Tras sismo, repiten la pesadilla de 2017 y duermen a la intemperie

Damnificados. Viviendas de Huatulco afectadas por terremotos de hace casi tres años quedaron inutilizables.

Unidad Vicente Guerrero, en Santa María Huatulco. (Jorge Carballo)
José Antonio Belmont
Oaxaca /

Con el sismo del martes, la pesadilla de 2017 volvió. La unidad habitacional Vicente Guerrero quedó inservible para cientos de pobladores en esta agencia municipal de Santa María Huatulco, en Oaxaca.

Y es que a unos cuantos metros de distancia, en el sector Crucecita, se registró el epicentro del sismo de magnitud 7.4. Desde ese día, cientos de inquilinos de estos condominios están en el estacionamiento, algunos en casas de campaña, otros en pleno pavimento.

“Pasaron los de Protección Civil del municipio y dijeron que el edificio está inhabitable. Son palabras muy fuertes para nosotros, pues tenemos que estar viviendo afuera en el estacionamiento”, aseveró Yessica Bernardo, habitante de la unidad habitacional.

“Estamos cocinando aquí porque no tenemos en dónde. En el estacionamiento estamos todos; dormimos y comemos”, abundó Bricia Reyes, otra habitante de la unidad Vicente Guerrero.

El condominio, ubicado en uno de los sectores populares de esta agencia municipal, ya no soportó un segundo sismo.

”Desde el sismo de 2017 ya el edificio había sufrido afectaciones y los vecinos se organizaron para resanarlo, pero con el temblor del martes quedó inhabitable oficialmente”, explicó el poblador Marcos Hernández.

Los habitantes de esta agencia municipal reprochan que la visita del pasado miércoles del gobernador Alejandro Murat a Huatulco, quien aseguró que ningún poblador se quedaría si apoyos, no los incluyera.

“No vino acá, nos engañaron. ¿Con quién contamos? No tenemos agua, los tanques de gas se despegaron, todo está destruido”, señaló la señora Fidelia Rodríguez.

Más allá de la unidad habitacional, también en colonias aledañas es común ver por estos días a pobladores durmiendo afuera de sus casas en hamacas o en sus autos, pues el miedo de que su hogar termine por colapsar sigue presente.

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