Olivia, Noah, Arturo, Daniela y Mónica, son parte de la Unidad Canina (K-9), en el municipio de Torreón, su labor principal es la detección de enervantes, sin embargo, también están entrenados para disuadir multitudes en conflicto o la búsqueda de personas, sin embargo, esta última labor no ha sido necesaria de desempeñar en la ciudad.
Es el oficial López quien está a cargo del K-9, es instructor, y veterinario de profesión, por lo que su trabajo también es estar al pendiente de la salud de los cinco canes que se encuentran a su cargo.
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A sus palabras, la Unidad Canina se especializa en distintos sectores en su labor policial, desde la revisión en paqueterías para detectar enervantes, es decir sustancias ilícitas como narcóticos, en la central camionera, filtros de seguridad, bares y cantinas, así como en cualquier lugar en el que se les requiera.
Olivia y Noah, los más "famosos"
Aunque son cinco los elementos caninos, recalcó que son a Olivia y Noah los que la gente puede reconocer, ya que a lo largo del año han ayudado a detectar una considerable cantidad de enervantes en paquetería, y es a través de la Dirección de Seguridad Pública en donde se comparten las imágenes e información de los canes.
“Olivia y Noa son quienes traen el trabajo de aromas mínimos, por eso los metemos en las paqueterías y nos han estado ayudando a detectar enervantes en paquetes. También tenemos a Arturo, Mónica y Daniela, a Daniela la van a ver en bares y cantinas por lo general y a Arturo también en paqueterías”, explicó el oficial López.
Cada uno tiene su misión; Daniela vigila en bares
Cada uno tiene su propia comisión, por ejemplo, ahora que Olivia y Noah se enfocan en las paqueterías, y Daniela en bares. El uniformado detalló que cualquier de ellos puede desempeñar las mismas tareas: “aunque al principio mencioné que Daniela se encontraba en bares y cantinas pero la verdad es que todos pueden estar ahí, solo que Daniela está comisionada en estas actividades”.
Su labor principal es la detección de enervantes y todos están preparados para la situación, sin embargo, también realizan labores de búsqueda y rescate de personas, detección de pólvora, así como en la proximidad.
El tiempo del entrenamiento varía, pero específicamente ronda entre los cinco a seis meses mínimo para que el perro pueda salir a las calles y realizar su labor, durante este tiempo el entrenador revisa el comportamiento del perro, su instinto de presa, con la finalidad de seleccionarlos.
Algunos de los canes llegaron de cachorros y otros a la edad de un año, y el mínimo de tiempo aproximado es de medio año para que el can pueda ser entrenado de la mejor forma, ya que en caso contrario, el oficial sería inexperto.
“A rasgos generales, es un trabajo de detección que se implementa, se hace una selección de los cachorros y se ve la aptitud de cada uno, y también el carácter que tiene el animal o vemos cómo se va desarrollando, es así como vamos seleccionando a nuestros elementos caninos. Tardamos entre 15 días y un mes a partir de los tres a cuatro meses, la selección dura poco pero el entrenamiento es de medio año, al año y durante este tiempo se hace una evaluación”.
Especialización es conforme a sus características
López indicó que es en este momento cuando se les especializa según las características positivas que tenga el perro y pueda desempeñarse de la mejor forma durante sus labores diarias en la seguridad de la ciudadanía.
“Nosotros seleccionamos los perros según las aptitudes, instintos de presa, nariz, que sean peloteros, que tengan resistencia”.
¿Cómo los entrenan?
Durante este tiempo, el entrenador trabaja a través del juego y los mismos premios, primero se debe enseñar al perro el aroma para que aprenda a detectarlo y encontrarlo, una vez que lo logra, se le gratifica a través de una pelota o comida.
En el caso de la detección de enervantes, el oficial López explicó que durante el entrenamiento se indica un marcaje positivo, es decir que, al detectar un aroma inusual, el can se sienta para decirles cuál es el objeto en donde se encuentran las sustancias.
Por su parte, al ser un perro de guardia y protección, pueden colocarse en situaciones donde hay grupos en conflicto: “estos se utilizan únicamente para disuadir a multitudes que están en conflicto o agresivas pero siempre respetando la integridad de las personas, se usa lo que es el uso racional de la fuerza, es con el can que disuade a la gente para que se retire”, indicó López.
Diariamente los elementos caninos entrenan para poder estar preparados en sus funciones, es durante la primavera y verano cuando el calor es más intenso, que estos ejercicios cambian, y es solamente en la mañana cuando salen a correr y enfrentan varias pruebas que están colocadas en las mismas oficinas del K-9.
De igual forma, su entrenamiento ronda entre la hora, y también es en las mañanas cuando se procura realizar las revisiones en los distintos espacios con la intención de que los perros se encuentren tranquilos.
“Normalmente salen en las mañanas, ahorita que hace mucho calor intentamos no estresarlos tanto, y si tenemos un trabajo en especial o alguna comisión entonces los sacamos”.
Pero el trabajo de los canes es compartido, además de los cinco elementos, hay otros seis oficiales de policía que son parte de la Unidad Canina, ellos son los manejadores de los perros, y quienes deben realizar un vínculo con el perro para trabajar diariamente con ellos.
“Somos seis elementos en total, ellos se encargan de manejar al perro y tratamos de que cada quien tenga su binomio para que tenga un apego con su compañero”.
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aarp