Los menores de edad en Puebla están iniciando el consumo de alcohol a los 12 años, situación en la que influyen las prácticas que se aprecian en la propia casa o con los familiares y los hábitos que se observan en amigos y personas cercanas.
De acuerdo con análisis realizado por las investigadoras de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), Sandra Silvia Solís Solano, académica de la Maestría en Salud Pública, y Rocío Baños Lara, especialista de la Facultad de Medicina, el reto ante el aumento de casos de estudiantes con intoxicación aguda por alcohol que ponen en riesgo su salud, se encuentra en impulsar el autocontrol.
Sandra Silvia Solís Solano, especialista en salud pública de la universidad poblana, destacó que, en ocasiones, por influencia de la propia familia o porque se tiene en casa el hábito del consumo en alcohol, puede iniciar una adicción.
“Desgraciadamente, es un hábito que se da desde la familia porque, en ocasiones, se les dice: ‘que pruebe, así, después no va a querer’, entonces se empiezan a habituar. A parte que hay otros componentes que se ven en las adiciones”, explicó.
Los adolescentes están comenzado a ingerir bebidas alcohólicas a los 12 años, situación que se traduce en un riesgo para su salud y, al mismo tiempo, se abre la puerta para el consumo de otras sustancias adictivas.
“Desgraciadamente, tenemos un problema, los jóvenes inician tomando alcohol a muy temprana edad. En el promedio, a los 12 años, ¿Qué problemas hay de salud? Se pierde el control y si utilizan un vehículo, ya más jóvenes, 18, 20, 25 años, esto los lleva a provocar ciertos accidentes”, apuntó.
Solís Solano resaltó que los padres de familia ni los docentes pueden estar todo el tiempo detrás del estudiante vigilando que no consuman bebidas alcohólicas, ante lo cual, se requiere impulsar el desarrollo de conciencia de la propia persona sobre los efectos que puede desencadenar, es decir, el autocontrol.
“Los jóvenes no pueden estar en una burbuja, tienen que salir. Ahí, también, es crear una consciencia en esos jóvenes para su autocuidado. Pero sí es un trabajo, como muchos, otros, le falta seguir impulsando”, destacó.
Ante el consumo de bebidas alcohólicas en los menores de edad, se requiere identificar los determinantes, es decir, buscar la causa que originan la ingesta de grandes cantidades para implementar acciones y medidas de apoyo.
“Es un trabajo arduo, como todo. Se requiere mucha orientación en las escuelas, en las pláticas a padres de familia, para que, con esto, se vaya viendo que se disminuya ese consumo”, resaltó.
Por su parte, Rocío Baños Lara, académica de la Facultad de Medicina, destacó que, en consumo de alcohol en las personas, implica la posibilidad de desarrollar enfermedades hepáticas, y a una menor edad, los riesgos son mayores.
“Una consecuencia del consumo de alcohol a cualquier edad, es la posibilidad de desarrollar enfermedades hepáticas. Obviamente, entre más temprano se empiece, el riesgo aumenta. Es una cuestión de educación en casa. En la escuela, en los ambientes académicos, se tienen los cuidados. A penas, ponen un pie afuera y se tienen que cuidar solos. Hay dos factores importantes, la educación en casa, que se les hable, que se les informe; y la conciencia de cuidar al otro, somo seres humanos que vivimos en comunidad”, expresó.
CHM