Dos botellas de refresco grandes, una manguera, pedazos de tubos de PVC, vasos desechables y un recipiente cuadrado y pequeños peces de agua dulce, bastan para crear un proyecto productivo de acuaponía en el hogar de cualquier familia.
Estudiantes del nivel secundaria del colegio Howard Gardner de Coatzacoalcos, en Veracruz, decidieron trabajar en este proyecto casero, con el objetivo de hacer conciencia entre las familias, sobre la reutilización del agua, el reciclaje y cuidado de las especies marinas.
“Lo que buscamos es el doble uso del agua, la producción de plantas comestibles y sobre todo fomentar el cuidado de especies que al final nos son de gran utilidad; es un proyecto sencillo para que puedan replicarlo en los hogares”, argumentó Valentina Mateo Montoya, integrante del equipo.
Dos mujeres y dos hombres adolescentes son los creadores del proyecto, que si bien es cierto, su base no es un descubrimiento nuevo, se llevan el mérito de elaborar el proyecto con material reciclado, pues es su principal objetivo.
“Todo es reciclado, lo único que se compró son los peces de agua dulce, que como observamos están en óptimas condiciones y los cuidamos y alimentamos, porque son un elemento principal en este prototipo”, indicó Manuel, otro de los participantes.
¿Cómo funciona?
La acuaponía es una nueva tecnología que consiste en la integración de dos métodos de cultivos: la acuacultura, que involucra el cultivo de especies acuáticas y la hidroponía, para la producción de cultivos vegetales con base en soluciones nutritivas.
Este método es especialmente útil en zonas urbanas, sobre todo en zonas donde el suelo es pobre y el agua escasa, ya que con este método se cuida el agua y no se impacta el suelo.
Los alumnos del Howard diseñaron su proyecto a través del método simple, pues más de uno ya lo implementa en sus hogares, y su funcionamiento es el siguiente.
“Necesitamos unos peces de agua dulce que son alimentados para que generen sus heces fecales, con esas heces alimentan las plantas que están dentro de las botellas y el agua, luego las plantas comienzan a generar un proceso de nutrición de abono, al tiempo que comienzan a purificar el agua o filtrar, para que de nueva cuenta regrese el agua a la pecera donde están las especies, pero sale limpia”, explica Valentina.
Entre las ventajas que informa la maestra Rosalina Silva, es que este proyecto no requiere uso de fertilizantes y pesticidas, ofrece la posibilidad de crear economías de autoconsumo o comunales, ya que puedes producir tus propias frutas y verduras de manera sostenible.
El cultivo de plantas y la cría de peces se benefician mutuamente con base en el principio de reciclaje de agua y aprovechamiento de nutrientes.
"Lo mejor es que lo hagan los chicos, y que se comienzan a involucrar en temas como estos del cambio climático y que sepan que desde cualquier lugar podemos contribuir, porque aquí se hace uso del reciclaje y uso adecuado de los recursos", indicó la directora.
Los jóvenes buscarán espacios para exponer este proyecto al público en general y de ser necesario dar cursos de cómo elaborar este proyecto de acuaponía.
MbG