Entre banda, flores y rezos, reciben a los primeros ocho mexicanos que murieron en tráiler en Texas

Llegan a Veracruz, Oaxaca y Guanajuato los migrantes repatriados.

San Marcos Atexquilapan, Naolinco, Veracruz. | Foto: Ariel Ojeda
Mariano Santiago Hipólito, oaxaqueño víctima de esta tragedia, llegó en la mañana a la Cuenca del Papaloapan, en Tuxtepec.
Óscar Rodríguez, Isabel Zamudio, Jannet López Ponce, Avelina Guevara, Edgar Ledesma y
México /

Entre banda, rezos y flores, y en medio de los usos y costumbres de cada comunidad, los cuerpos de los primeros ocho migrantes mexicanos que murieron en el tráiler de Texas hace 17 días, finalmente llegaron este jueves con sus familias en Veracruz, Oaxaca y Guanajuato.

Luego de la tragedia del pasado 27 de junio, cuando se detectó un tráiler con decenas de personas muertas y otras heridas, el 30 de junio la cifra de defunciones se elevó a 53, de las cuales, 26 son mexicanos. Después de 17 días de espera, las familias comenzaron a recibir los cuerpos de las personas, a quienes se frustró la esperanza de un futuro mejor.

En San Marcos Atexquilapan, Naolinco en Veracruz, familiares, amigos y vecinos recibieron a los hermanos Yovani y Jair Valencia Olivares, de 20 y 16 años, y a su primo Misael, también de 16, que soñaban con alejarse del pueblo zapatero y sus bajos ingresos.

Después de 17 días de espera, las familias comenzaron a recibir a sus familiares. |Ariel Ojeda

En espera de sus familiares, la comunidad prácticamente no durmió. Esperaron frente a una virgen pintada en una gran roca que marca la entrada a la comunidad. Vestidos de negro y con velas encendidas, recibieron pasada la medianoche los restos de los jóvenes.

En procesión, en una mezcla de música de banda y cantos religiosos, recorrieron los dos kilómetros y medio de la avenida principal, hasta la iglesia de San Marcos, mientras en las calles, banquetas y balcones respondían con aplausos la llegada de los muchachos.

Foto: Ariel Ojeda

Los padres de los jóvenes pidieron un préstamo de 200 mil pesos para lograr que cruzaran a Estados Unidos, sin saber que sería el costo de su muerte y que casi un mes después de su partida, volverían sólo para sus funerales y no con el dinero que anhelaban para iniciar su propio negocio y comprarse un automóvil.

"¡Mi pollis!, ¡Mi hijo!, ¡Te amo hijo!, Yo quería que llegaras vivo, ¡Yo quería que llegaras!", gritaba al pie del ataúd azul Yolanda, la madre de Yovani, de 20 años, y de Jair, de 16, y tía de Misael, de la misma edad que su hijo menor. La impotencia la desgarraba. Arañaba el ataúd y se aferraba a gritos como si mantuviera la esperanza de poder volver a abrazarlos.

Las bandas San Pedro Tonayan y Zorros de Xalapa, no paraban de tocar en honor a Yovani, Jaír y Misael, que buscaban llegar a Estados Unidos para trabajar en la construcción de casas de madera y ganar más de los 15 pesos que les pagaban por la fabricación de cada zapato.

"Llegó un día en que se molestaron y nos dijeron que si no los apoyábamos, ellos iban a ver la manera de irse. Y desde que se les metió la idea nadie los sacó de ahí. Yo me negaba a pensar que ellos hubieran fallecido pero desgraciadamente estaban entre todos ellos, entre los fallecidos. Por el descuido de esta persona, por su culpa perdí a mis hijos y a mi sobrino.

“Me dijeron que se iban por nosotros, principalmente por su papá porque, pues dijeron que ellos al pasar, al empezar a trabajar lo primero que iban a hacer era, pues ponerle un negocio para que él ya no trabajara mucho. En eso se quedó en unos planes, en unos sueños”, fue lo último que le dijeron sus hijos a Yolanda antes de salir rumbo a la Ciudad de México, donde se encontrarían con el pollero.
Los hermanos Yovani y Jair Valencia Olivares tenían 20 y 16 años al igual que su primo Misael. |Ariel Ojeda


Tras 12 horas de camino, llegan dos migrantes a sierra de Oaxaca

A las 02:50 horas de este jueves 14 de julio y tras 12 horas de trayecto de Toluca a Oaxaca, el cuerpo de Jozué Díaz Gallardo llegó a la zona mixe de Santa María Tlahuitoltepec, donde fue despedido con las tradiciones que marcan los usos y costumbres de su familia.

Óscar, el chofer encargado del trayecto, explicó que recibió el ataúd en el aeropuerto de Toluca y siguió sin descanso hasta la sierra de Oaxaca. Un camino pesado, aunque no el primero que recorría, sí uno particular.

Amigos y familiares esperaron en carretera para escoltar la carroza las últimas cuatro horas de trayecto hacia la sierra, donde ya esperaba la música de banda.

"Era un gran amigo, alegre, siempre fue alegre. En todos los lugares que estaba siempre tenía esa simpatía. Una gran persona", dijo Adrián, amigo taxista de Jozué.

Su hermano, Juan Francisco, dijo que fueron 17 días de angustia y por ahora, no piensan hacer reclamos a las autoridades en búsqueda de justicia y castigo para los responsables de la muerte de su hermano y otros migrantes, lo único que quería, dijo, era poder despedirlo como sus usos y costumbres indican.

"Para nada. Ahorita nomás queremos que llegue mi hermano. Ahorita ya está llegando y nos sentimos un poco más tranquilos por ese lado. Agradecemos a amigos y familiares que estuvieron pendientes de todo esto".

Mariano Santiago Hipólito, otro oaxaqueño víctima de esta tragedia, llegó a las nueve de la mañana a la región de la Cuenca del Papaloapan en Tuxtepec. Ahí lo esperaba Luz, su esposa, junto a sus pequeños hijos de tres y dos años, quienes esta mañana se enteraron que su papá estaba dentro de ese ataúd.


En Oaxaca todavía esperan la repatriación de otros cinco migrantes: uno más de la zona mixe y dos de la mixteca.

Guanajuato recibe a primeros tres migrantes

Mientras que en Guanajuato, Omar Rico Almanza, de Cortázar; María Guadalupe Montero, de Valle de Santiago, y José Guadalupe Narciso López, de Celaya, también fueron repatriados tras 17 días después de la tragedia.

Omar llegó a Cortázar tras tres horas de espera en la funeraria. Su esposa y sus dos hijas recibieron su cuerpo acompañadas de amigos y familiares que además, organizaron una kermés para ayudarlas pues Omar estaba por ser papá por tercera ocasión, por lo que buscaba una mejor vida en Estados Unidos para tener más ingresos para ellos.

El cuerpo de María Guadalupe Montero, de Valle de Santiago, quien también murió en el tráiler, llegó esta madrugada con su familia.

Mientras que en Celaya, entre cantos religiosos y cohetes, Narciso llegó a su funeral. Su familia lo velará en casa y mañana será sepultado. Narciso, no intentaba buscar suerte gringa. Él ya la conocía. Su papá, quien lleva su mismo nombre, contó que desde los 17 años se fue por primera vez a Estados Unidos, trabajó allá ocho años, volvió con su familia y su patrón lo volvió a buscar para que regresara. Con el compromiso de que él pagaría los gastos.

"Fue el que lo mandó llevar, el patrón, él buscó al coyote y todo"

Querétaro y Zacatecas reciben a migrantes

Mientras que en Querétaro, el funeral de Marcial Trejo de 38 años fue más breve y ayer mismo lo sepultaron. Igual que a El Churris, un joven conocido en Nextlalpan, Estado de México donde la familia pidió absoluta privacidad

Por la tarde, en Zacatecas recibieron a Mayra, Fernando y Javier para quienes sus familias construyeron tumbas especiales en las últimas semanas de espera.

Hasta este jueves por la tarde, habían sido repatriados 23 de los mexicanos que murieron en ese tráiler y en las próximas horas serán recibidos por sus familias, en sus hogares, los que abandonaron en búsqueda de un sueño por el que perdieron no sólo 200 mil pesos, sino hasta la vida.


  • Carlos Abad

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