Los derechos políticos de los migrantes son violados, en particular, el derecho al voto porque ni en México, ni en Estados Unidos ni en los países de América Latina pueden ejercerlo a pesar de las múltiples aportaciones que realizan.
De acuerdo con el análisis “Lenguaje del voto migrante. Compendio de términos y conceptos”, realizado por los investigadores en ciencias políticas, José Luis Estrada Rodríguez, académico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y Alejandro Guerrero Monroy, asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), el derecho al voto es el reconocimiento de un derecho político fundamental que otorga el Estado a cada uno de sus ciudadanos y ciudadanas no solo en México, sino en la mayoría de los países de América Latina; sin embargo, no se respeta.
La vinculación política de quienes radican fuera de sus países de origen resulta fundamental porque, sin ellas y ellos, la democracia en se encuentra incompleta, establece el análisis de los expertos.
Actualmente, uno de cada 10 mexicanos y mexicanas nacidos en el país ha emigrado al extranjero y, a pesar de que el voto desde el exterior ha estado en la discusión pública y el debate político a lo largo de los últimos 25 años, falta un camino por recorrer.
“Se trata de millones de ciudadanos que, de acuerdo con la Constitución Federal, por el solo hecho de haber nacido en el país, están en pleno goce de sus derechos políticos reconocidos como universales”, destaca el análisis.
El derecho al voto pertenece a la primera generación de derechos conocidos también como parte de las libertades clásicas, tales como el derecho a la vida, a la libertad de pensamiento, a la nacionalidad y a la posibilidad de elegir a sus gobernantes.
Dentro del análisis publicado por el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana Nuevo León, los investigadores coinciden en que los líderes migrantes mantienen una lucha histórica para generar mecanismos que les permitan ejercer sus derechos políticos a plenitud y el envío de remesas es una muestra de que no están desvinculados con sus comunidades, con sus municipios, estados y país.
“Los migrantes envían más de 33 mil millones de dólares anuales para el sostenimiento de sus familias por lo que es un hecho que no se encuentran desvinculados de los asuntos del país. Uno de los principales retos por resolver en torno a este tema es su incorporación a un esquema de mayor participación ciudadana para integrarlos, de manera plena, en la dinámica nacional”, añade el análisis.
El voto es un derecho humano y cívico en la medida en que permite el reconocimiento y protección, destacan los investigadores. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo tercero, señala que nuestro país será democrático, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.
Ante los retos actuales, Estrada Rodríguez y Guerrero Monroy desarrollaron el análisis “Lenguaje del voto migrante. Compendio de términos y conceptos” con el objetivo de poner al alcance de la población, el origen y significado de términos y conceptos a fin de facilitar su conocimiento, y aportar a la comprensión de este mecanismo de participación directa que es el sufragio migrante.
AFM