El escultor Jesús Siller hace un ejercicio de memoria para afirmar que hace más de siete años trabajó un proyecto al que fue invitado por el sacerdote Carlos Martínez Sada, quien tuvo la idea de abonar a la unión de los habitantes de la Comarca Lagunera con un ícono religioso llamado la Virgen del Desierto.
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No obstante, luego de trabajar en bocetos e incluso en una maqueta de la obra, que tuvo un registro de autor, Siller fue separado del proyecto que se cristalizó en el segundo semestre del año anterior en la ciudad de Gómez Palacio, montando una escultura monumental en el Cerro de Dolores, bajo la coordinación del arquitecto Patricio Guzmán Leyva.
Construcción sin autor
De acuerdo a información proporcionada por el empresario Luis Carlos Gilio a este medio, los trabajos iniciaron el 8 de mayo de 2020 eligiendo el sitio donde a mediano plazo construiría además un santuario. Para llegar al cerro se construyeron 300 escalones y se colocó el cimiento que daría soporte a una estructura de vigas metálicas recubiertas por fibra de vidrio y resina.
Así se erigió la Virgen del Desierto, de 30 metros de altura, sumando un total de 180 toneladas de soporte. Sin embargo, el jueves pasado la escultura, ante fuertes ráfagas de viento, colapsó. El reporte policiaco estableció que cayó a las 21:57 horas provocando una fuerte movilización de personal de Protección Civil y del Cuerpo de Bomberos. Se espera en los próximos días, el resultado de un peritaje.
"Carlos y yo somos amigos y esto nace hace siete u ocho los tal vez, no recuerdo con precisión la fecha, pero Carlos quería hacer un icono de la Laguna con toda la convicción de que fuera una manera de homologar a los laguneros que a veces estamos muy separados y la consideración no memoarevia mal. Carlos me habló y me propuso el proyecto y yo accedí con todo gusto porque compartí su idea de unión", precisó Siller.
El motivo de la aclaración, primero a través de sus redes sociales y luego en entrevista concedida a MILENIO es claro. El accidente provocó reacciones que inicialmente lo alcanzaron al cuestionar su participación en una obra en que asegura tajantemente, jamás colaboró en términos estructurales aunque aportó su trabajo intelectual.
“En su momento yo contacté a Carlos (Martínez) para mostrarle la maqueta del proyecto y quedó encantado. Fue un proceso largo porque estudié a detalle nuestra iconografía. Me puse a investigar sobre nuestras etnias que, aunque nómadas en muchos de los casos, tienen una significación para con nosotros.
“Un año y medio después logré el concepto, lo bajé a papel, hice una pequeña maqueta y hablé con Carlos para vernos, le gustó mucho. Hizo una cita con don José Guadalupe Galván que entonces era obispo de Torreón, nos encontramos con él y también le gustó. Como lo comento, no tenía trato con el obispo, no lo conocía, y por eso lo describo como me lo dijo Carlos, como un hombre parco, pero estuvo encantado”.
El escultor dijo que la obra fue diseñada para medir 3 ó 3 metros y medio de altura y se pensaba colocarla en el lecho seco del río Nazas. El nombre no estaba definido y por eso en el registro de derechos de autor aparece como Virgen del Desierto, Virgen del Nasas (palabra que se está corrigiendo) y Virgen de La Laguna.
“Yo le dije a Carlos: ‘Ahí está, haz lo que tengas que hacer y así fue. Se reunió con algunas personas que son las que hicieron esto, generaron incluso un video muy viral. Cuando me llega el video digo, ‘Qué padre, ya se echó a funcionar’, y pensé que el video era para que fuera corriendo el trabajo y juntar fondos. Pero la verdad es que nunca me contactaron para nada, ni de parte del padre ni del que supongo era parte de un patronato”.
Sin acercamiento
De esta forma Jesús Siller dijo que no tuvo acercamiento alguno cuando se ejecutaron las obras e incluso al paso del tiempo le pidió al sacerdote que lo eliminara en los créditos que establecieron en la obra, situación que éste nunca atendió.
“Ellos tomaron de lo mío, símbolos iconográficos, que de muy mala manera aplicaron en la virgen de ellos que no tengo idea de quién la hizo, yo los contacté para que de favor quitaran mi nombre de ese video que hasta hace dos semanas todavía seguía corriendo. Yo les dije: ‘No me importa quien la haga, nomás no me usen ni para recaudar fondos ni estén usando mi nombre porque yo no estoy en medio de nada, pero no se me hizo caso en absoluto aunque a mí se me hace muy mala onda que seba cargar con ese peso moral y profesional”.
RCM