Los habitantes de San Miguel Xoxtla guardan en su memoria un día especial para la comunidad católica de Puebla, pues el papa Juan Pablo II visitó este municipio perteneciente a la entidad poblana hace 44 años y desde entonces celebran esta anécdota que resalta su devoción.
Durante su tiempo al frente El Vaticano, el papa Juan Pablo II visitó en cinco ocasiones México; no obstante, su primera visita generó mucha expectativa, emoción y felicidad entre la comunidad de Puebla, ya que el sumo pontífice permanecería en territorio nacional del 26 de enero de 1979 al 1 de febrero y la localidad poblana de San Miguel Xoxtla sería uno de los puntos de paso.
El santo padre llegó al Aeropuerto Internacional Benito Juárez en la Ciudad de México el 26 de enero de 1979. Después, continuó su camino con dirección a Puebla, por lo que se requirió del cierre total de la entonces nueva autopista y el papamóvil circuló; a su paso, se pudieron apreciar pósters, mantas, lonas y cartulinas que le daban la bienvenida al obispo de Roma.
Entre los preparativos se tenía previsto que Juan Pablo II hiciera una breve escala para recibir un obsequio de los habitantes de San Miguel Xoxtla, por lo que se detuvo en un paso elevado del kilómetro 108 de la México-Puebla. Ahí, el pontífice ya era esperado por más de 30 mil personas.
Según el cronista municipal de Xoxtla, Pedro Mauro Ramos Vázquez, la importancia de este acontecimiento fue tal que pobladores de comunidades aledañas, como Cholula, Coronango, la capital poblana y otros, acudieron al encuentro; incluso, habitantes de Tlaxcala se dieron cita en la zona con la intención de ser parte del evento histórico.
Aquel día los fieles católicos se vieron desbordados al adquirir todo tipo de souvenirs y pancartas para demostrar su afecto a Juan Pablo II. Cabe señalar que el cronista se dio a la tarea de recopilar un gran número de ejemplares de diarios de la época, revistas, libros, discos LP, fotografías, postales, pósters, álbumes, calendarios, medallas, platos, vasos y hasta cómics, entre otros elementos que buscaban enaltecer la importancia de la llegada del papa a Puebla.
De acuerdo con Ramos Vázquez, una vez que el papamóvil se detuvo, el obrero industrial Álvaro Mora Pérez tuvo el honor y responsabilidad de emitir un mensaje al sumo pontífice, y aunque no se tiene un registro textual de lo que el ciudadano mencionó, sí existe un recuerdo que prevalece hasta la fecha entre los habitantes que acudieron al encuentro con el papa.
“Es importante destacar que al terminar el mensaje que da el señor Álvaro Mora, el papa Juan Pablo II se acerca (algo que no estaba programado en el itinerario oficial), le extiende los brazos al señor Álvaro Mora y se dirige hacia él para darle un abrazo. Al momento de tomar la palabra, el papa menciona que había escuchado un mensaje muy bueno, muy bueno de un obrero a un ex obrero, haciendo referencia a la labor que había desempeñado años atrás”, señaló Pedro Mauro, quien añadió que después el sumo pontífice emitió un mensaje de paz, esperanza y fe a los obreros de Puebla, México y toda América.
Tras lo ocurrido, Juan Pablo II recibió un obsequio de la comunidad que constó de un rosario artesanal y una flor como referencia al nombre náhuatl de la comunidad, que significa “abundancia de flores”.
A la par, el papa regresó el gesto: dejó su autógrafo en un libro y después fue despedido por la comunidad poblana. Habitantes de aquel entonces eran niños y ahora, en su edad adulta, recuerdan haber recorrido parte de la autopista detrás del papamóvil para despedir al obispo de Roma.
El líder de la Iglesia católica siguió su camino para inaugurar la Tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, al interior del Seminario Palafoxiano, en la capital poblana. Después se trasladó a Oaxaca, Guadalajara y Monterrey; no obstante, el impacto que tuvo este suceso en Puebla fue tal que cada 28 de enero se recuerda cómo la fe de los habitantes de Xoxtla se vio reforzada y enaltecida.
Por lo anterior, personas como Pedro Mauro buscan poner su grano de arena para generar exhibiciones, museos y mostrar más elementos que ayuden a guardar en la memoria histórica el día en el que El Papa Viajero abrazó a los poblanos.
EHR