Si meditar ayuda a manejar las angustias del día a día, la meditación para niños mejora su concentración y su autoestima, relacionándose con gratitud y empatía, además de desarrollar la responsabilidad desde sus cosas materiales y sus propias emociones, maravillas que te compartimos y puedes impulsar en los pequeños.
- Te recomendamos ¿Qué es la meditación y por qué deberías practicarla? Estilo
Eso sí, esto surgirá si también eres su guía, por lo que si practicas meditación ahora sólo deberás inyectarle un poco de fantasía a las sesiones, para que el niño lo vea como un juego y así capturar su atención.
1. Escoge un lugar y posición para meditar
Deberás escoger un cuarto tranquilo, y adornarlo con música suave y aroma relajante como incienso. Para la posición, el pequeño puede ser tumbado boca arriba con un par de toallas encima, con brazos y piernas estiradas.
Para jugar un poco, también podrías probar con posiciones de yoga que refieren a animales o seres mágicos, como la sirena, cobra, mariposa, camello, oso.
- Te recomendamos 5 actividades para que los niños desaten su energía este verano Estilo
2. La meditación con juegos breves
Como los niños se distraen fácilmente, sé paciente y quizá pueden meditar mejor en sesiones de 4 o 5 minutos al día. Para centrar su atención, intenta con el juego de la abeja. Sentados con las piernas cruzadas, se tapan los orejas con el dedo pulgar y deben imitar el sonido de la abeja, con los ojos cerrados y mientras respiran hondo por la nariz.
3. Desarrollar la memoria visual con meditación
Este juego pone a trabajar su mente, sin perder la concentración. Toma varios objetos coloridos, se los muestras por 20 segundos y le pides que cierre los ojos. Quitarás uno de los objetos, y ellos tienen que adivinar qué objeto falta.
- Te recomendamos Equilibra tu cuerpo y mente en estos lugares para hacer yoga Más Estilo
4. Un cuento para meditar
Si le narras una historia con elementos de la naturaleza, su imaginación se encenderá, más aún si le pides que añada personajes y te ayude a construir el cuento. El objeto es que lo visualice, pero también que escuche, huela y sepa a qué sabe la historia.
5. La meditación para dormir
Ya con las historias narradas, puede ser el preámbulo para llevarlo al sueño. Al terminar el cuento, pídele que siga la respiración controlada de 4 segundos (primero, inhala durante 4 segundos inhala, sostiene por 4 segundos, exhala por 4 segundos, sostiene por 4 segundos).
Quizá ya tendrá dulces sueños, pero sobretodo habrás cimentado el futuro de una vida con mayor paz y tranquilidad.
MJA