La reina Isabel II es sin duda uno de los personajes más enigmáticos de la historia contemporánea, por lo que tras su muerte el pasado jueves 8 de septiembre, múltiples leyendas, mitos y curiosidades entorno a su vida y legado tomaron fuerza de nueva cuenta.
Desde su desayuno diario, hasta los mensajes que escondían cada uno de sus coloridos trajes, la sociedad internacional se muestra interesada por saber más sobre la fallecida monarca.
Uno de los datos mejor celados se escondió por más de 75 años en su mano; te decimos cómo es el anillo de compromiso de la Reina Isabel II.
Conoce el secreto que guarda la argolla de matrimonio de la reina Isabel II
Cuando la entonces princesa y heredera al trono anunció su compromiso con el príncipe Felipe el 8 de julio de 1947, el mundo vio por primera vez la argolla de compromiso que unía a la pareja. Lo destacable era su aparente sencillez, ya que tanto Felipe como la familia real optaron por la discreción ante la crisis y racionalidad que dejó la recién terminada Segunda Guerra Mundial.
Además, aún siendo parte de la casa real griega, Felipe no contaba con suficientes recursos económicos como consecuencia del exilio que vivió junto a sus padres y hermanos. Por lo anterior, decidió utilizar una de las gemas de la tiara de su madre, la reina Alice de Grecia y Dinamarca, para elaborar el anillo.
Esta fue un regalo del zar de Rusia Nicolás II y su esposa Alexandra para la boda de Alice con el príncipe Andrew, padre de Felipe.
Además del diamante circular en el centro del anillo, la joya también cuenta con 10 brillantes de menor tamaño colocados en la circunferencias. De igual manera se incluyó una pepita de plata proveniente de Gales, pues trata de una tradición en las nupcias de la casa real británica.
No obstante, el detalle especial que convierte a la argolla en una pieza única es la inscripción de un mensaje secreto en su interior. De acuerdo con Ingrid Seward, autora de la biografía autorizada del príncipe Felipe ‘A Portrait of the Duke of Edinburgh’, el joyero, el príncipe y la reina Isabel II fueron las únicas personas en conocer la frase del anillo.
Incluso la reina madre en alguna ocasión mencionó:
“Ella jamás se quita el anillo, o lo pone de tal forma que no se vea la inscripción. Nadie sabe qué es lo que dice”.
FM