La imagen de la reina Isabel II pasará a la historia, por su papel como monarca más longeva de la historia, por los dramas reales como la muerte de la princesa Diana, por su amor a los perros, en particular de los corgis, y por todos los looks que portó, en los que sin duda sus sombreros fueron un elemento que destacó.
Contadas ocasiones se le vio sin portar este accesorio; desde su llegada al trono, hasta su muerte, se tiene una cuenta aproximada de cinco mil sombreros (y posiblemente más) que lució juntos con las otras piezas de su vestuario que también combinaba, como la chaqueta, el pañuelo, incluso en ocasiones hasta el paragüas.
Foto: La reina en los servicios jubilares de Acción de Gracias (Instagram)
El encargado de hacerle tan distinguidas creaciones es el diseñador inglés Philip Somerville, quién no sólo le ha diseñado a la reina de Inglaterra, sino también a Lady Di para finales del siglo XX. En el caso de la monarca, sus sombreros no deben entorpecer su visión y el ala no puede tocar la chaqueta.
En colores y estilos, Philip parece tener creatividad libre, siempre y cuando encajen con el look completo. La reina Isabel los tiene de todos los colores, azul, verdes, blancos, negros, rojo, en fin, no hay color que no esté dentro de la extensa colección. No sólo se juega con colores, sino también con aplicaciones para decorarlos, entre plumas, flores, moños, listones e incrustaciones que realzan el terminado.
Foto: La reina visitando el buque HMS Queen Elizabeth (Instagram)
Todos los diseños fueron exclusivos para la reina, y pocas veces se le llegó a ver repitiendo sombrero. La monarca impuso al sombrero como un accesorio imperdonable para un look de realeza y que no puede pasar de moda.
Ahora, tras la muerte de la reina Isabel II, se espera que algunos de sus sombreros más representativos
sean expuestos en algún museo, pues formaron parte tan importantecomo las joyas que portó, o incluso como las coronas y tiaras con las que se dejó ver.
ARP