El 9 de marzo de 1959 Ruth Handler y Mattel presentaron la primera muñeca que ofrecía a las niñas jugar a otra cosa que no fuera a ser mamá.
Así nació Barbie, con traje de baño a rayas, lentes y maquillaje a la moda. 65 años después se venden más de 100 muñecas cada minuto, en 150 países.
A lo largo de más de seis décadas Barbie ha evolucionado, tanto en sus profesiones como en su diversidad de cuerpo, piel y tipos de discapacidad.
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Se ha convertido en protagonista de revistas, videos, programas de televisión y en la película más taquillera dirigida por una mujer, recabando más de 1.44 mil millones de dólares.
Por su cumpleaños 65, MILENIO hizo un recorrido en exclusiva por el Centro de diseño de Mattel para conocer a las Barbies conmemorativas y cuál es el proceso para crear una nueva muñeca.
Prototipo Barbie
Heide Waldorf, gerente ejecutivo de Diseño y desarrollo de Mattel, explica brevemente el proceso: “Nuestros socios de producto y diseñadores de juguetes se acercan a nosotros con una primera inspiración, que normalmente se ve como un boceto de la muñeca del 65 aniversario; nos mandan el boceto de cómo quieren que se vea su atuendo, también nos dan otro boceto de su cara para ver cómo debería de verse el maquillaje y los detalles de su rostro. y nosotros tenemos un equipo de diseñadores de pelo, de rostro, de juguetes, que logran que este diseño en 2D se haga realidad”.
Y así fuimos viendo paso a paso cada etapa; primero, en una computadora se diseña el rostro y el cuerpo de la muñeca, para luego enviarlo a la impresora 3D, donde se imprimen por separado las piezas de la muñeca: cabeza, piernas, brazos, torso.
Una vez aprobado este cuerpo, comienzan a trabajar tres áreas casi al mismo tiempo: peinado, maquillaje y vestuario.
Los expertos de pelo, primero tendrán que decidir el color y tipo de pelo que van a elegir para cumplir con el boceto original; en un cuarto lleno de rollos de pelo de colores se toma esta decisión.
La estilista, que estudió estilismo y confiesa que nunca imaginó terminar “peinando Barbies” (actividad que realiza hace 16 años en Mattel), toma la cabeza de la muñeca y comienza a ponerle el pelo con una especie de máquina de coser que va insertando el cabella sintético como ella lo va acomodando. Una vez que le puso todo el pelo, la peina.
La cara de Barbie ahora pasa a maquillaje, gracias a expertas como Sasha que lleva más de 20 años en Mattel, pinta la cara de la muñeca en una cabeza prototipo ya autorizada.
Mientras tanto, el equipo encargado del atuendo, al recibir el boceto define si va a comprar tela comercial o si requieren fabricarla de cero. Entonces se hacen los patrones necesarios y se confeccionan las prendas para look final de Barbie.
En cada parte del proceso las piezas van y vienen a autorización y comentarios de todos los equipos involucrados, hasta que tienen a la muñeca de sus sueños, literalmente.
Cuando la muñeca está lista pasa al departamento de empaque con su directora Suzanna Lakatos, y comienzan las pruebas de colores y empaques para que la muñeca luzca al máximo en los anaqueles de las tiendas.
Y así es como, en este caso (como en todos), queda terminada la muñeca conmemorativa de Barbie en su aniversario 65.
MGR