“Y vivan donde vivan en Reino Unido, en los reinos y territorios alrededor del mundo, y sean cuales sean sus creencias u orígenes, procuraré servirles con lealtad, respeto y amor, como he hecho a lo largo de mi vida”.
Estas son palabras que Carlos III pronunció en su primer discurso como rey de Inglaterra, el 9 de septiembre de 2022.
No son muy diferentes a la idea que tenía su madre, Isabel II, del servicio a los ciudadanos británicos y de la Commonwealth. Sin embargo, Carlos III ha marcado algunas diferencias que dejan ver el perfil de su reinado.
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Una de ellas es su preocupación (y ocupación, a través de sus fundaciones) por el medio ambiente desde su juventud (cuando el tema no era tan visible). Otra, más reciente, es su deseo de que la coronación, el evento simbólico de su ascenso al trono, no tenga el fasto ni la solemnidad que tuvo la de su madre en 1953. Bueno, en la medida de lo posible.
Esta idea se concretará así: en vez de los 8 mil invitados de 1953 a la Abadía de Westminster, la lista se redujo a 2 mil, de los cuales 850 son ciudadanos comunes que han prestado algún servicio al país. Una mayoría que contrastará con los políticos, aristócratas, jefes de Estado y miembros de otras casas reales.
Esta mayoría también reflejará la diversidad de la sociedad británica, que evidentemente no es la misma de hace 70 años. Hoy, lo multicultural tendrá representación en uno de los eventos más importantes para el país en décadas.
Algo similar sucederá en el centro mismo de la ceremonia. Aunque el primer ministro, así como miembros de las Fuerzas Armadas y la aristocracia irán en la procesión dentro de la abadía o llevando las insignias reales, Amy Taylor será la primera mujer en portar la espada enjoyada de la ofrenda. “Fue seleccionada para representar a los hombres y mujeres del servicio, como suboficial de la Royal Navy”, difundió la casa real.
Con ella, otras mujeres portarán insignias, como la baronesa Elizabeth Manningham-Buller, que llevará el bastón de san Eduardo, y la baronesa Gillian Merron, que presentará la túnica real. Aunque aristócratas y pocas, lo destacable es que la presencia femenina se dejará ver en una ceremonia que por siglos fue dominada por hombres, aunque se coronara a una reina.
Por cierto, las llamativas capas rojas y cuello de piel de armiño que los miembros del parlamento usaban también quedaron atrás, hoy la etiqueta para vestir en el servicio en la abadía se ha relajado. The Telegraph reportó hace un mes que el rey les pidió que usen las capas que llevan en la apertura del Parlamento y no unas nuevas. Quien guste puede usar un traje estándar.
Esto revela, quizá, el estilo poco ceremonioso de Carlos III para vestir y, sobre todo, su conciencia de que el reciclaje ayuda al planeta; si queda alguna duda, esta convicción se llevará a cabo hasta en el momento más sacro de la coronación: él y Camilla serán ungidos con aceite libre de ingredientes animales. Los que se usaban antes incluían aceite de civeta, que procede de las glándulas de pequeños mamíferos, y ámbar gris, de los intestinos de ballenas, reportó la BBC.
La casa real difundió que el óleo que se usará incluye extractos de sésamo, jazmín y canela, otro guiño a una de sus pasiones: la jardinería.
A favor y en contra
Estos detalles revelan una forma de ser que dista del carácter de sus padres y no se diga de soberanos anteriores, y muestran al Carlos que de niño se mostraba más identificado con el arte y la naturaleza que con los juegos rudos, algo que en ese momento lo diferenciaba de su padre.
Con apenas nueve meses en el trono, falta ver qué tanto de esta forma de ser repercute en su reinado y en una nueva forma de presentar a la monarquía ante los ciudadanos británicos que, en 55 por ciento en 2021 pensaba que era “muy importante” o "bastante importante" tener una monarquía.
En años anteriores, el apoyo estaba entre 60 y 70 por ciento, de acuerdo con la Encuesta británica de actitudes sociales, que entre otros temas mide los sentimientos de la población hacia la realeza.
Se prevé que el grupo antimonárquico Republic proteste en el centro de Londres este día.
Aun así, parece que atrás quedaron los escándalos (referentes a su vida privada) que el rey y su esposa protagonizaron hace décadas porque hoy miles de personas se preparan para vitorearlos. Un reconocimiento que lograron a base de dedicarse al servicio a la corona que es, a final de cuentas, su firme creencia.
Asunto de Estado, no familiar
Aunque el rol del monarca en Reino Unido es ceremonial y simbólico (el país es una monarquía parlamentaria), Carlos III encarna la figura de jefe de Estado, y tanto él como su familia representan al país en actos oficiales (como recibir a presidentes extranjeros), además de los filantrópicos. Es por esto que la coronación es un asunto de Estado que se paga con impuestos de los ciudadanos, y solo los miembros de la familia real que trabajen para la corona podrán estar en el balcón principal de Buckingham como lo dispuso Isabel II en 2021.Esta es la razón por la que los príncipes Harry (que renunció voluntariamente a sus deberes reales en 2020) y Andrés (involucrado en un escándalo sexual) no pueden ser parte del saludo de la Fuerzas Armadas al rey en el balcón, aunque sean parte de la familia real y nada menos que el hijo menor y el hermano de Carlos III.
Rituales atávicos
A pesar del giro “acorde a los tiempos” que anunció la casa real, hay situaciones que no cambian, como las etapas del servicio religioso previas a la coronación.
- 1: El reconocimiento
Al lado de la silla del rey Eduardo o de coronación (data del año 1300), el arzobispo de Canterbury presentará al rey ante la congregación reunida en la Abadía de Westminster con la solemne y muy antigua frase: “¡Dios salve al rey!” seguida de fanfarrias.
- 2: El juramento
Carlos III jurará formalmente defender las leyes de la iglesia anglicana.
- 3: La unción
Alrededor de la silla del rey Eduardo se colocará una tela para ocultar al rey de la vista de todos. El arzobispo le ungirá manos, pecho y cabeza con el óleo que fue consagrado apenas en marzo en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén y es vegano, es decir, no incluye ningún ingrediente de origen animal.
- 4: La investidura
El rey recibirá el orbe real, el cetro, el cetro del soberano y el cetro de paloma. Enseguida, el arzobispo le colocará la corona de san Eduardo.
- 5: Entronización y homenaje
Carlos III bajará de la silla de la coronación y ocupará el trono. Pajes y otros miembros de la corte, incluido su hijo William, le presentarán sus respetos.
En ese momento, Carlos III lucirá plenamente como rey de Inglaterra.
hc