Eduardo Sarabia presenta The Drawing Speaks en una colaboración con Hermès: "El dibujo no solo como imagen, sino como lenguaje"

EDICIÓN FIN DE SEMANA | REVSTA M

El artista presenta The Drawing Speaks, una instalación en la que explora el dibujo como lenguaje universal. En esta conversación, profundiza en la simbología de la ceiba, su diálogo con los códices aztecas y la manera en que creó un relato que conec

The Drawing Speaks de Eduardo Sarabia en la boutique en Moliere de Hermès. | Fotografía: Ricardo de la Concha
Betsy de la Vega Tay y Sarah Gore Reeves
Ciudad de México /

Con motivo de la reapertura de su boutique en Moliere, Hermès invitó al artista mexicano Eduardo Sarabia a intervenir sus escaparates con una instalación efímera, The Drawing Speaks. En ella, el artista convierte las vitrinas en un códice contemporáneo que respira y se mueve, donde las líneas se transforman en palabras y los símbolos se convierten en puentes entre culturas.


Inspirado en el tema anual de la Maison —“Impulsado por el dibujo”—, Sarabia propone una reflexión sobre el poder del trazo como lenguaje universal. En su narrativa visual, animales, objetos y personajes imaginarios emergen del diálogo entre el mundo simbólico de Hermès y la iconografía ancestral mexicana. Las figuras parecen hablar a través de “burbujas de viento”, evocando las palabras presentes en los códices aztecas: un signo que representaba la voz, el pensamiento y la transmisión de conocimiento entre humanos, dioses y naturaleza.

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En esta colaboración, Hermès y Sarabia construyen un territorio compartido entre artesanía y espíritu, entre memoria y modernidad. Las vitrinas se convierten en escenas de un relato que invita a observar con atención. “El dibujo no solo como imagen, sino como lenguaje”, diría el artista, en una obra que explora la comunicación más allá de las fronteras visibles: entre México y Francia, entre lo humano y lo simbólico, entre el espectador y la imaginación.

En conversación con M Revista de MILENIO, Eduardo Sarabia profundiza en la génesis de esta instalación, su diálogo con la tradición, y la forma en que el arte puede seguir siendo una manera de hablar sin palabras.

RM: ¿Cómo integraste el simbolismo de la ceiba, árbol sagrado en muchas cosmovisiones, con la estética refinada y narrativa visual de Hermès?

EdC: La ceiba siempre ha sido un elemento fundamental en mi obra. Para mí, sus raíces simbolizan tanto el origen individual como el colectivo; hablan de dónde venimos y de las historias que nos conforman. Esas raíces que se interconectan y viajan entre los espacios, abrazando su entorno, resonaron de inmediato con la narrativa de Hermès y con la intención de combinar nuestros universos.

RM: Tus dibujos dialogan con elementos de códices antiguos y con la iconografía de la Maison francesa. ¿Qué referencias específicas seleccionaste de ambos?

EdC: Podemos ver las raíces de la ceiba abrazando a los personajes que conforman las tres escenas de las ventanas. Incluí animales representativos de México, que constantemente inspiran mi obra, como el quetzal y el jaguar, junto con el caballo, que remite al origen de Hermès. Todos ellos aparecen portando accesorios, rodeados de marroquinería y sedas creadas por la marca.

Boutique en Moliere de Hermès. | Fotografía: Ricardo de la Concha


RM: ¿Cómo adaptaste tu proceso creativo al trabajar en un espacio donde conviven arte, moda y el pulso urbano?

EdC: Esta intervención fue, sin duda, un ejercicio muy refrescante para mí. Fue divertido y enriquecedor trabajar con la variedad de colores y materiales de Hermès. Una vez que decidí la historia que quería contar, visité personalmente el espacio para comenzar a imaginar los elementos que conformarían las ventanas. Después de esa visita, todo fluyó. Para mí era muy importante mantener un balance entre mi narrativa artística y la personalidad de la marca, de manera que ambas pudieran destacar.

RM: ¿Cómo utilizaste la narrativa en esta pieza?

EdC: Las burbujas de viento que aparecen en los códices aztecas representan la transmisión de conocimiento más allá del lenguaje; es reconocer la presencia e importancia de las relaciones entre especies, humanos y mundos. Forman parte de mi obra desde hace tiempo y son una pieza clave en el concepto de esta intervención. Decidí darles tridimensionalidad y movimiento para simbolizar a los personajes y elementos conversando en un universo onírico, compartiendo a través de burbujas de viento.

RM: ¿Qué esperas que sienta el público al detenerse frente a esta vitrina: una reacción estética, emocional, espiritual?

EdC: ¡Todas a la vez! Quiero que los colores inspiren alegría, curiosidad y diversión en las personas que pasan frente a las ventanas, que se detengan a descubrir los detalles de las piezas pintadas a mano y que el movimiento de las burbujas de aire despierte una reflexión sobre la importancia del diálogo y la comunicación entre personas, culturas y países.




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