El facial vampiro es un tratamiento de belleza que se puso de moda en 2013 cuando Kim Kardashian publicó una foto de ella con sangre en la cara.
El tratamiento consiste en inyecciones en el rostro con sangre centrifugada que ayuda a la producción de colágeno y a desaparecer las arrugas. Sin embargo, además de no estar comprobado que funcione, cuenta con riesgos importantes para la salud.
Las personas que reciben un facial vampiro son inyectadas con su propia sangre que es pasada por una centrifugadora especializada, encargada de separa las plaquetas, células rojas y plasma, resultando en un líquido llamado "plasma rico en plaquetas".
Pero el facial causó polémica recientemente, porque dos personas que se sometieron al tratamiento en un spa de Albuquerque, Nuevo México, terminaron infectadas con VIH porque fueron inyectadas con agujas reutilizadas, según informó el Departamento de Salud.
El Departamento pidió a la gente que recibió el facial vampiro en ese spa entre mayo y septiembre de 2018, realizarse pruebas de sangre para descartar el VIH o hepatitis B/C.
Así es que si quieres verte más joven, es recomendable que busques otro tratamiento de belleza o, en caso de que quieras un facial vampiro, vayas a un establecimiento que tenga la autorización de realizar estos procedimientos.
RL