A unos 20 metros, Samuel Téllez Chuquillo, quien forma parte del personal que trabaja en la Fundación Flor de la Paz, trasplanta las matas de manzanilla; y en cuanto quien esto escribe se acerca al invernadero, explica el cuidado que requiere la flor para su cultivo: “de 20 grados mínimo a 25 máximo, pues de otra forma se debilita”.
Y añade: “A diferencia del cedrón requiere más atención”.
Él, al igual que los campesinos que laboran en la Fundación Flor de la Paz, ya es un experto en los cuidados que demandan “la manzanilla, el cedrón, el toronjil, el estafiate y el pericón”, plantas y flores básicas para la elaboración de los tés que producen de forma orgánica; y que no solo garantizan el bienestar físico que se recomienda en cada una de sus presentaciones (serenidad, bienestar, buen provecho, esencia del alma, etc.) sino que además aportan ayuda económica para la comunidad donde se localiza, el poblado de El Manzano en el Estado de México.; ya que se trata de una Fundación autosustentable, por lo que no acepta donativos, explica Ana Bernáldez, ingeniera bioquímica, quien ya lleva 7 años trabajando en la Fundación encargándose de la organización de la producción, que forma parte de la propuesta que los restaurantes VIPS ofrecen en su menú.
¿Cómo nace Flor de la Paz?
Fundación Flor de la Paz “nace a iniciativa del Dr. Dieter Le Noir, un doctor alemán mexicano que está muy metido en el tema de salud natural; así que inicialmente empezamos a sembrar las flores para hacer el té, con la idea de que supiera bien, te hiciera bien e hicieras el bien; de hecho el slogan que teníamos era ‘Sanar más tierra para sanar al hombre’, pues el objetivo no solo va en función de sanar físicamente, sino a las comunidades”, explica Pablo Soto, Gerente Comercial de la marca.
Durante el recorrido por la hacienda, donde la belleza de los tres lagos que tienen (para almacenar el agua de la lluvia, pues en el año tenemos una época en la que no llueve y es necesario garantizar el riego por goteo de los cultivos), la finca y los corredores hacen amalgama perfecta con el azul pastel del cielo y el Cerro Gordo que tienen como vecino; Soto explica de qué forma la fundación ha sanado a la comunidad.
“La comunidad no tenía servicios básicos, entonces fue una preocupación de Dieter, quien es nuestro vecino, y de los integrantes del patronato de la Fundación, quienes tienen ranchos, y que vieron que la gente estaba muy necesitada. De esa forma nace la Fundación, que no recibe donativos, sino que se sustenta de los productos que estamos haciendo y que ha dado trabajo a las personas de la comunidad e incluso colabora para que los pequeños tengan garantizada la educación”.
El proceso natural
Después de disfrutar de una de las variedades del té Flor de la Paz; el de Toronjil endulzado con miel, que también se produce en la sede de la fundación; pues aseguran que en cuanto sembraron las flores empezaron a llegar las abejas, por eso les pusieron sus cajas y ahora tienen miel cien por ciento natural; el siguiente punto por conocer es el salón de empaque.
Ahí las flores o los brotes de las plantas, ya secas y cortadas, se introducen en sus bolsitas individuales o bien empaques más grandes para encaminarse a su destino, las diferentes tiendas departamentales donde se vende y las mesas de VIPS, que lo han adoptado como una gran opción en esta temporada navideña para sus comensales; y así brindar el bienestar de manera natural y sustentable; gracias a su proceso de producción libre de químicos y realizado de manera orgánica; ya que la filosofía de la fundación es cultivo, a través de una siembra que respeta los ciclos de las plantas y procurando que el terreno se encuentre siempre saludable y pueda proveer de flores herbales a las próximas generaciones.
La propuesta Gourmet
La variedad de sabores que ofrece Flor de la Paz brinda también la oportunidad de tener una diversidad de propuestas para disfrutar; en el recorrido el de cedrón se sirvió frío y con frutos rojos, acompañado de unas tostadas de jamón serrano y melón.
Aunque si la opción es tomarlo caliente en esta temporada navideña, VIPS que se ha sumado a la causa de Fundación Flor de la Paz y pone su semilla para ayudar a la comunidad del poblado El Manzano, propone acompañarlo de sus clásicos platillos: enchiladas, caldo tlalpeño o el tradicional cheesecake.
caov