Aitana. Alta cocina mediterránea en las Lomas

En la calle de Pedregal número 24, en el edificio conocido como ‘el dorito’, se encuentra Aitana, un restaurante que está ahí desde 2016, y que ahora presenta novedosos platillos, gracias al nuevo chef ejecutivo, Carlos Uribe.

El restaurante se divide en el salón y la terraza, esta última es ideal para una comida con mucha luz y espacio, con azulejos verdes y azules que además le dan un toque fresco, y que con todas las plantas que hay, se siente como si estuvieras en otra parte, lejos del ruido de la ciudad.

Los platillos españoles saltan a la vista en el menú, como los piquillos rellenos de bonito, huevos rotos con Ibérico o frescos boquerones del Cantábrico, como entradas.

En este caso, la comida empezó con un pan tomaca con jamón ibérico, ensalada de pera rostizada y croquetas jamón serrano; las tres muy buenas, la ensalada fue la vencedora.

Llegó el plato fuerte, en plural, con cuatro opciones a degustar: pimientos padrón, tacos de lechón, ensalada de cogollos, Ragout de rib eye y una costilla glaseada con papá confinada, que me hizo agua la boca desde que acercó a la mesa.

Llegaron dos postres para probarlos, el pastel de dátil con salsa de vainilla y helado de plátano estaba muy sabroso, pero hay que decir que el fondant queso manchego está ya en el top 10 de los mejores postres de la vida. Imperdible. También hay churros y torrijas, en un plan más tradicional.

“Un apartado importante de arroces y pastas (hechas en casa) merecen atención, como el garganelli con ragú de rib eye o el arroz a la leña con chuletón Black Angus. Como alternativa, las costillas de cerdo glaseadas con miel de abeja y mostaza antigua es de las opciones más celebradas”.

El menú incluye un apartado especializado en cocteles con creaciones de la casa como la Margarita fina o el Verde Bamboo, además de clásicos como el Negroni o el vodka martini. En cuanto a la cava, las opciones de grandes vinos del viejo mundo son amplias con prevalencia en Ribera del Duero, Bordeaux o Toscana, aunque hay alternativas de muchas otras regiones del mundo y de México también.

“Cuando nació el proyecto el objetivo era ofrecer cocina de técnica impecable y de producto fresco. Hoy mantiene su premisa y muestra su esencia responsable, con la mayoría de insumos provenientes de productores locales, que cuidan su entorno con prácticas sustentables”.

Además de su carta regular, Aitana ofrece a sus comensales menús de temporada, como los chiles en nogada de septiembre, o la comida que ofreció para Thanksgiving.

evt