Antonio Leos y Romo todos los días comienza su rutina a las 6:15 de la mañana, coloca su vagoneta al lado del parque Guadiana en Durango.
Los corredores cada mañana llegan a consumir sus licuados, incluso hasta por la tarde. También es una leyenda del boxeo, ganó la competencia conocida como Guantes de Oro en el Distrito Federal, hoy conocido como Ciudad de México.
Pero no solamente es un negocio de licuados, es una forma de alimentarse, porque los preparados son de sandía, pera y piña. Y en más particular: el 'supernutritivo', además de todos los cereales.
No es solamente la calidad, sino el su historia desde hace 30 años. El toque es lo que hace único los licuados que prepara, como si fueran para él. Laureano Brizuela y Cyntia Klitbo son algunos de los artistas que han llegado a consumir sus productos, pero además, cuando se filman películas en Durango, le compran para los actores.
La sandía o la piña son frutas que no parecerían buenas para licuados, pero todo dependen del toque, y por eso es querido por los deportistas y políticos locales por esa fusión de sabores y propiedades.
Y es que no solamente es un licuado, es un ritual de alimentación. No es breve, cada uno de los ingredientes entra en el vaso de la licuadora. Cereales y frutas se van moliendo hasta alcanzar una espesura mediana. Ligera para los clientes que poco a poco se acercan al negocio que desde hace años forma parte del paisaje urbano de la ciudad.
EGO