Sebastián Demarchi lleva toda su vida haciendo helados, de niño veía que era una tradición familiar; y a sus veinte decidió adoptarla como un hobby que, con el curso de los años, se transformó en su “forma de vida, porque se convirtió en un trabajo apasionante que, como todos, tienes días buenos y días malos días, pero no deja de apasionarme seguir creando sabores y propuestas para que la gente las disfrute”.
Y así lo evidencia el chef heladero al compartir el proceso que aplica en la creación de los gelatos (como se conoce al helado en Italia), en el que destaca “lo básico es usar productos de calidad, ese es el punto número uno, lo aprendí de un maestro heladero que me dijo: ‘Mientras le pongas a la máquina buen producto vas a sacar un buen helado’. Así que nosotros en Due Gelati usamos buena leche, crema fresca, chocolates, dulce de leche y frutas naturales; además de que seguimos con la tradición, la forma antigua de hacer helado, pasteurizando, madurando la mezcla, lo que le da una particularidad al gelato, ese es nuestro éxito”.
De hecho destaca que “una de las particularidades de nuestra propuesta es que el que la prueba, vuelve. Muchas veces la gente entra y pide un café, le damos la prueba del sabor que guste y regresa por el helado”.
Queso de cabra con ate, dulce de leche granizado, menta con chocolate, jamaica mezcal, limón con albahaca, guayaba- fresa, mango-maracuyá, mazapán, chocolate turco, vainilla americana y yogurt con frutos rojos son algunos de los sabores que acaparan la mirada al llegar a Due Gelati, en su casa matriz que se ubica en la colonia Escandón “y donde tenemos la fábrica de helados”; sin embargo, Sebastián comenta: “Ya tenemos como 100 sabores, pues cada mes tenemos uno nuevo para darle variedad al menú; además de que en fechas especiales creamos un sabor alusivo”.
Su esposa y socia, Carolina Malazzo, coincide en la pasión que derrocha al hablar de su propuesta: “Por ejemplo, ahora que fue Día del niño hicimos uno sabor nube era de algodón de azúcar con malvavisco; y para enero hicimos uno de rosca de reyes y tenías la posibilidad de sacar el niño, entonces ganabas como premio otro helado”.
El experto heladero vuelve a tomar la palabra para destacar: “En el helado artesanal, la gente siempre busca especialidades, por eso constantemente estamos creando nuevas propuestas, incluso los clientes nos llegan a sugerir algunas”, dice Sebastián, quien inició su aventura en los helados hace poco más de 20 años, al llegar a México de su natal Argentina.
“Empezamos con un local muy pequeño en un mercado gourmet en Mariano Escobedo, apenas teníamos 12 metros, casi, casi solo teníamos el refrigerador, pero lamentablemente cerró y nos tuvimos que mudar”; sin embargo, la fábrica de helados no paró, ya que “además de tener la heladería siempre hemos entregado helado a restaurantes, incluso a veces batallamos un poco porque los chefs nos piden conceptos muy especiales, pero hasta ahora no hemos quedado mal; además de que también tenemos reparto en Guadalajara y Puebla”, dice Carolina, mientras el chef empieza la cata de helado, en la que diversidad de sabores y colores, que se dividen en cinco categorías: agua, crema, veganos, con alcohol y con bajo índice glucémico; además de alegrar la vista, provocan un festín al sentido del gusto.
Claves
En la creación de sus helados “usamos máquinas artesanales italianas para hacer helado, en Italia la llaman mantecadora, aquí en México se hacen máquinas para helado muy buenas, pero no se logra la misma textura”, dice el chef.
Además de disfrutar la experiencia de un auténtico helado italiano en Due Gelati, la propuesta también se sirve como postre en Patagonia Parrilla del Campo, El Piantao, Dante, Gardela, Central de Pizzas, Balboa y Bar Celtics, entre otros restaurantes.