Durante los últimos 14 años, María Mercedes Estévez se ha dedicado a la venta de antojitos mexicanos a un costado del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH), entre ellos, sus deliciosos molotes, cuya receta fue compartida por su suegra y que ha perfeccionado con el paso del tiempo.
"Ya sabía poquito de hacer molotes y aquí fui aprendiendo un poquito más, fui mejorando, desde preparar la masa, que lleva harina y de la masa normal", explicó esta mujer que, junto con su esposo, cuenta con una fiel clientela que acude diariamente a visitarla y degustar alguna de sus famosas garnachas.
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La oferta de los rellenos para los molotes va desde la papa, el quesillo y requesón hasta la salchicha, chicharrón, champiñón, huitlacoche, tinga y hawaiano, siendo estos dos últimos de los más demandados y preferidos por los poblanos de todas las edades que acuden al puesto, refirió la señora María Mercedes, quien se dijo agradecida por la preferencia de la gente.
Su esposo, Emilio Muñoz, agregó que la variedad de salsas con las que cuenta el negocio familiar, es otro de los atractivos que le dan un toque especial a los antojitos, pues tienen una oferta amplia que va desde las típicas roja y verde, hasta la martajada, chipotle, habanero y chipotle, que complementan a los antojitos.
"Unos clientes vienen por lo que les gusta, ya sea tostada, pelota o molote, empanaditas, tacos dorados y salsa se la ponemos, de las que les gusten", indicó el señor, tras asegurar que aún con la crisis por la pandemia de Covid-19, mantendrán a 10 pesos el precio de cada antojito, a fin de conservar a su clientela.
"También entendemos la situación que está mal y nos seguimos apoyando con esto de la venta, pero seguimos dándolos de a 10 y ahorita no hemos pensado en subirle el costo, ahora si que va saliendo, para apoyo a las personas para que no dejen de venir a degustar sus antojitos", añadió el señor Muñoz.
Desde temprana hora, a partir de las 10:30 de la mañana y hasta que se vaya el último cliente, en el puesto de María Mercedes se observa a trabajadores de la zona, así como a alumnos de escuelas aledañas, un sector que con el regreso a clases presenciales desde hace un mes, comienza a regresar a comer una pelona, tostadas o tacos dorados.
El puesto de la familia Muñoz Estévez se encuentra en la 11 oriente casi esquina con bulevar 5 de Mayo, a un costado del CENHCH en la colonia El Ángel, a escasas calles del Centro Histórico de la capital poblana, en un puesto que le ha permitido a esta pareja de esposos salir adelante, además de hacer amistades gracias al trato amable con el que reciben a los clientes.
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