Chef José Andrés: “El amor significa alimento”

Tras incansables labores humanitarias en zonas de guerra y desastres, el español resalta el poder de la humanidad para salvarse a sí misma.

Chef José Andrés | Ariana Pérez
Ciudad de México /

El chef José Andrés es una presencia que llena de energía cualquier espacio. Así nos recibió en su breve visita a Ciudad de México y con generosidad y reflexión profunda compartió su visión sobre la ayuda humanitaria y el papel de la alimentación en el mundo.

“La experiencia me ha enseñado que todo el mundo tiene ganas de ayudar; de hecho, así sucede. Lo hemos visto en los terremotos aquí en el DF, y lo vimos en el último huracán, en Acapulco. Los mexicanos salen en masa. En Ucrania igual; en Gaza, en Israel, exactamente lo mismo. Las ganas de la gente de ayudar al prójimo en momentos complicados son enormes”, explicó el español.
“Yo tuve la suerte de ser uno más que tenía, no diría una espinita, pero sí ganas de ver cómo mi profesión podía ayudar en desastres naturales. Y pasaron muchos que ví desde el sofá de mi casa por la televisión, pensando lo que podría hacer, pero nunca dando un paso adelante”.

El celebrado chef con dos estrellas Michelin y más de 40 restaurantes en el mundo, comprendió que para que se hagan las cosas, hay que dar siempre pasos hacia adelante, no necesariamente con un mapa claro de lo que pueda pasar.

Chef José Andrés | Ariana Pérez

“Yo ya venía de muchos años de ser voluntario y trabajar en organizaciones de lucha contra el hambre en Washington, D.C. Y eso me llenaba más allá de mi trabajo y de mi vida privada y mis hobbies. Una vez más yo veía que mi profesión podía hacer mucho más en una emergencia. Cuando hay un incendio envías a los bomberos, son expertos. Cuando hay un terremoto mandas a los equipos de rescate con perros para intentar salvar la mayor cantidad de vidas posibles. Cuando hay heridos van doctores, enfermeros. En mi caso era bien claro: cuando hay un desastre muchas veces los sistemas de distribución se paran. No hay electricidad, no hay agua. Los restaurantes y los supermercados cierran. Las grandes cadenas de alimentación se colapsan; necesitas un grupo que llegue y comience todo el proceso rápidamente porque es el momento en el que la gente lo necesita”.

Tragedias humanas

Tras la devastación del huracán Otis en octubre del año pasado, el puerto vio al chef, encabezando la asociación World Central Kitchen (WCK), llegar con toda la energía a prestar una mano.

En Acapulco llegamos a preparar y entregar más de 200 mil comidas al día. Teníamos no sé cuántos restaurantes, más de 100, no sé cuántas tortillerías, 200, que ayudamos con maíz y con agua y otras ayudas para que se pusieran en marcha porque era vital para que las personas de Acapulco, tuvieran acceso a agua, tortillas, a algún platillo caliente. El chef Lalo Palazuelos, querido —y muchos otros que no nombro porque la lista sería interminable—, se puso ahí al frente en Acapulco. Al final fue Acapulco quien ayudó a Acapulco”.

Tras años de socorrer a las personas cuyas vidas se ven devastadas por desastres naturales, José Ramón y el World Central Kitchen decidieron también incursionar en territorios donde la guerra ha dejado en el desamparo a los ciudadanos, empezando por Ucrania.

“A Ucrania llegamos solo con dos personas y pusimos un equipo de más de 5 mil. Preparamos un millón de comidas. No sucedió de una forma pensada, vimos que las necesidades iban con la forma de trabajar del WCK, el problema no era la falta de comida. Ucrania es un exportador de comida; alimenta a más de 500 millones de personas al año con el cereal, el trigo, que producen. No era un problema de infraestructura, sino de reorganización. Cómo dar de comer a los hospitales, a comunidades a las que no llegaban alimentos porque la distribución había parado. Hay que adaptarse, siempre lo hacemos. Nunca seguimos un plan”.
Chef José Andrés

La increíble capacidad de reacción que han tenido en la última década y media con su trabajo humanitario, lo llevó a reflexionar en cómo no es solo la guerra o los desastres naturales ante lo que debemos, precisamente, reaccionar como humanidad.

“Si no tenemos cuidado y los países no se preparan, puede ser que un día, donde ahora parece que hay comida para todos, nos levantemos y no haya suficiente. ¿Por qué? Porque no se le ve como un problema. Todo el mundo habla del petróleo, del gas, de la energía. Pero la energía más importante que hay en el planeta Tierra es la que mueve a los humanos. Ese es el alimento”.

Un voluntario más

Al preguntarle sobre la manera en la que un ciudadano en cualquier lugar del mundo se pudiese activar y colaborar con WCK la reflexión lo llevó hasta la Franja de Gaza, el esfuerzo por navegar la guerra para alimentar a la gente y las trágicas pérdidas que sufrieron recientemente al hacerlo.

“Los mejores siempre están por llegar y no lo saben; esa es la magia de WCK; quien quiera apoyar puede ir a la organización worldcentralkitchen.org. Yo soy un voluntario más, yo no trabajo para una organización; me dan como un título honorífico, que es chief feeding officer, pero que realmente soy un voluntario”.
Chef José Andrés con Susana Moscatel

Sobre lo que pasó en Gaza —siete miembros de su equipo fueron atacados por un dron y fallecieron en un proceso de llevar comida a través del mar—: “Era la primera vez en 23 años que llegaba un barco a las playas de Gaza y lo hicimos con mucho éxito. Iba todo muy bien, hasta que esto sucedió. La guerra no tiene sentido, no tiene sentido que un líder esté haciéndole pagar a millones de palestinos el ataque terrorista de unos pocos”.

Al reflexionar sobra las mayores bondades de su profesión, fue al origen: “El amor significa alimento, tu madre dándote de comer o tu padre dándote el biberón. Eso es amor, eso es cariño. Tenemos esa conexión con el alimento que dura de por vida; invitamos a la familia en los momentos importantes a una mesa, a un restaurante. Convidas a las personas que llegan a tu ciudad y quieres conectarlos a tu casa, a la mesa, a conocer a tu familia y a decirle: tú ya eres parte de mi universo. Cocinarle a alguien es una de las cosas más bonitas: yo te estoy cocinando a ti, y todos estamos tan unidos a la comida”, dijo.

Y terminó: “En los peores momentos de la humanidad es cuando lo mejor del corazón del ser humano sobresale, fluye”.


DAG

  • Susana Moscatel
  • 25 años de periodista y conductora de entretenimiento. Ha publicado tres libros, traducido 18 obras y transmitido el Oscar y el Tony, entre muchos otros. Escribe de lunes a viernes su columna Estado fallido.

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