Una de las cosas favoritas de las personas cuando asisten a las ferias o parques es difrutar de un gran algodón de azúcar; los hay de muchos colores y variedades, desde rosas, azules, amarillos y la combinación entre ellos, y es que aunque se han vuelto comunes en nuestro país, no todos conocen el origen de este dulce.
Esta golosina está hecha a base de azúcar principalmente aunque se le agrega colorante para darle el tono rosado característico o dependiendo del gusto de cada algodonero. Para lograr su forma de ‘nube’ se tiene que derretir el edulcorante para que de esta forma se formen los delgados hilos que se van enredando.
Origen del algodón de azúcar
De acuerdo con el sitio del Gobierno de México este dulce fue creado en el siglo XV Italia cuando manualmente los chefs reposteros ponían a calentar los granos de azúcar hasta que se derretía completamente y la manipulan para crear hilos del dulce a manera de decoración de otros platillos. Esta técnica se hizo popular hasta el siglo XVIII en Europa y América.
La máquina que ahora conocemos donde salen volando los filamentos de azúcar fue creada en 1897 en Estados Unidos por William Morrison, quien era dentista y John C. Wharton. Los hombres presentaron su invento en la Exposición Universal de París en el año de 1900.
La golosina era llamada “seda de hadas” y la primera máquina sufrió otros cambios que fueron presentados por Albert D. Robinson en 1905 que consiguió mantener mejor la temperatura del líquido dulce, posteriormente en 1921 otro inventor llamado Joseph Lascaux mostró una máquina remasterizada con la que ya nombraba al “algodón de azúcar”.
La eficiencia del invento en la producción de los hilos de azúcar hizo que este dulce se volviera más comercial y que su precio fuera más accesible de manera que toda la gente lo pueda disfrutar hasta hoy en día, aunque ahora es común que suba su costo ya que se vende acompañado de juguetes u otros artículos atractivos para los niños.
ARP