Pati Jinich: a esta chef sí la tuvo Barack Obama

La energía de Pati Jinich contagia en el salón La Residencia del hotel Hyatt Regency Mexico City. Delante de una estufa de alta tecnología, rodeada de frascos con frijol, arroz, chocolate y especias, la chef ganadora del James Beard Award —el “Oscar” de los profesionales culinarios— platicó con M2 de dos logros profesionales: cocinar para Barack Obama y al lado de Elmo y el Monstruo Comegalletas.

“Tres personalidades para mí que han sido muy importantes, para las cuales he podido cocinar, han sido el ex presidente estadunidense Barack Obama, a quien admiro muchísimo; en la Casa Blanca me invitaron un par de veces para su celebración del 5 de mayo y también para Pascua. Fue un gran honor. Pero así, igualito, están Elmo y el Monstruo Comegalletas, porque son ídolos míos.

“Crecí viendo Plaza Sésamo; en Estados Unidos mis hijos también, para mí es una adoración. Cuando entré al estudio me pellizcaba; lo chistoso es que cuando estábamos filmando el contenido con estos dos personajes, antes de empezar, me presentaron a los ventrílocuos que estaban debajo de la mesa y pensé: ‘claro, solo son títeres, que se te salga la emoción’”, recordó Jinich.

Con brillo en la mirada, Pati rememora que a pesar de hablar con los humanos detrás de las marionetas, mientras cocinó a su lado “le hacía cosquillas a Elmo, le decía cuánto lo quería y cuánto gusto me dio conocerlo. Fue importantísimo y a mis tres hijos nada les ha impresionado más de la carrera de su mamá que haya cocinado con Elmo y el Mounstro Comegalletas”.

La plática regresó a lo sucedido en el número 1600 de Pennsylvania Ave NW, Washington, que hoy tiene una fijación en contra de los connacionales. Jinich —nacida en Ciudad de México— hizo eco de Obama: “El ex presidente lideraba una Casa Blanca que era abiertamente amante de la comida mexicana, lo dijeron muchas veces, cuando tenían sus date nights iban a restaurantes mexicanos.

“Promovían nuestra comida y cultura, era una Casa Blanca en la que fue un honor cocinar, se me dio un lugar muy bonito; en la cena de 5 de mayo, Cristeta Comerford, la admirable chef filipina inmigrante y todo su equipo de cocineros me dieron la bienvenida; ella veía mi programa (risas) y dijo que contribuía para la promoción de la relación de México y Estados Unidos”, abundó.

Sin tapujos, la residente del Instituto Cultural Mexicano en Washington, D.C., acepta que en aquel momento, en la residencia oficial estadunidense “había cero arrogancia y soberbia, era una Casa Blanca muy cálida, unida y elegante”.

PUENTE GASTRONÓMICO

Jinich es famosa no solo en Estados Unidos, sino en mercados internacionales como Canadá, Australia, Asia del Sur, India, Emiratos Árabes Unidos y Polonia, gracias a la serie “Pati’s Mexican Table”, de la que sus siete temporadas están disponibles en el país a través de Amazon Prime Video; en cada una de ellas la experta muestra la grandeza culinaria nacional.

“Mi rol más importante es tratar de construir puentes entre México y el mundo, entre connacionales y el resto de la humanidad y, sobre todo, poner un foco ahí, en enseñar todo lo que los mexicanos, ya sea en el país o fuera de él, enriquecemos las esferas que tocamos (…) La serie llega a 31 millones de personas solo en Estados Unidos, siento muchísima responsabilidad”, expresó la chef.

Con esa intención fija —en su más reciente temporada— recorrió el lugar de controversia: “Arranca en Tijuana, ahí en el muro comiendo churros, viendo la verdad, cómo está lleno de vida, de familias y de comida callejera deliciosa, de cómo la gente colabora; día a día hay miles de personas que se cruzan de un lado al otro y que construyen juntos”.

“Fue una manera de decir: ‘Ven a ver qué está pasando en el muro y en la frontera’, contar historias de aventura, de empuje, de emprendedores, porque la zona los jala mucho y esa es la riqueza que trae gente de todo México, porque cuando llegas ahí es un microcosmos de todo nuestro país y es una belleza”, finalizó Jinich.