En las fiestas mexicanas nunca faltan las tradicionales bebidas, ya sea sin alcohol como el tejuino, el chilate, el pozol o el tascalate, o bien, aquellas con piquete tal es el caso del pulque, el mezcal y el balché; a éstas hay que sumar el sotol, un brebaje del desierto que más allá de un licor, representa la historia y es parte indiscutible de la cultura de los estados del norte de México.
Si bien, por su sabor y aroma suele creerse que es familia del mezcal, en realidad el sotol está elaborado a partir de una planta diferente. Su historia data de más de 800 años atrás, y al igual que otras bebidas, ésta era preparada durante rituales religiosos e, incluso, se utilizaba como un remedio medicinal. A continuación te decimos de qué está hecho y cómo se elabora.
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El sotol es típico de la región del norte, en especial de los estados de Durango, Chihuahua y Coahuila. Se sabe que los tarahumaras y anazasis fueron los primeros en preparar esta bebida célebre del desierto. Su nombre proviene de la palabra náhuatl "tzotollin", que significa "dulce de calabaza.
De qué está hecho el sotol
Esta bebida está hecha de una planta endémica de México llamada "Dasylirion wheeleri", una especie similar al maguey que pertenece a la familia Asparagaceae. Tiene forma de palma con largas y numerosas hojas, las cuales se extienden hasta moldear un tipo de roseta.
De acuerdo con la página del gobierno de México el Dasylirion es una fuente de alimento para las comunidades que habitan cerca del desierto, ya que los bulbos se suelen agregar a los pasteles y las flores se pueden comer en tortitas, tamales y otros guisos.
Cómo se prepara el sotol
Su preparación es similar a la del mezcal; una vez que se recolectan y deshojan las plantas, el sitio de Larousse Cocina apunta que los cogollos y pencas de la Dasylirion se asan, fermentan y se destila el líquido por medio de las técnicas con las que suele elaborar el mezcal.
Normalmente se excava en la tierra para preparar el horno en donde se cocinan las cabezas de las plantas y que le dan ese sabor ahumado. Se llega a destilar hasta en dos ocasiones para poder beber el sotol. Tiene una graduación que va de 38 a 45 por ciento de alcohol.
Se considera una bebida 100 por ciento orgánica, ya que está elaborada a partir de un agave silvestre puro, además de que sigue un proceso artesanal.
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