La Cueva de Don Cenobio, comida mexicana de vanguardia

Casa Sauza inaugura su nueva propuesta gastronómica en Tequila, Jalisco.

La Cueva de Don Cenobio rescata sabores locales dándoles un toque de vanguardia (Especial).
Gustavo Rodríguez
Guadalajara /

La Cueva de Don Cenobio es un restaurante de reciente apertura que se encuentra ubicado dentro de un casco de hacienda, en Tequila, Jalisco, conserva detalles antiguos que hacen de cada experiencia algo único. Sus platillos, inspirados en la cocina mexicana, logran recrear los sabores de hogar, con el toque único que solo el tequila les puede dar.

A partir del sueño de ser un restaurante simbólico, nace La Cueva de Don Cenobio, que acoge a sus invitados dentro de las instalaciones de Casa Sauza.

El concepto es de cocina mexicana de autor, que busca resaltar productos locales, sabores, texturas y colores que representan las raíces de nuestra cultura, con un toque de vanguardia. Además de tener presente la planta insignia del lugar, el agave.

La cocina de La Cueva de Don Cenobio está a cargo de la Chef Karla Castro, quien con apoyo de su equipo de trabajo, dan el toque y sazón en cada plato. Castro se ha formado con grandes maestros de la cocina, en España; y a nivel nacional, ha pasado por importantes cocinas de Guadalajara y Playa del Carmen. Aunque, su mayor inspiración se remonta a las enseñanzas de su mamá y abuela.

Entre los platillos estrella se encuentra el Pozolillo Cenobio, donde se refleja la mezcla de cocinas regionales con pescado del Pacífico, un platillo único que deleita el paladar de cada comensal. Y para acompañar, además de contar con tequila, ofrecen una gran variedad de cócteles, preparados al gusto.

Sin duda, La Cueva de Don Cenobio, es un restaurante que además de preocuparse por su gastronomía, cuida todos los detalles para que la experiencia sea completa y del gusto de los comensales.

Una de sus entradas es la “trilogía de queso”, que va fundido. Lo que sorprende en primer lugar es su presentación: en una pequeña tabla y sobre un “bule”, que es una pequeña vasija hecha con la corteza de fruto, una especie de calabaza que se deja secar y se vacía, estaba la adobera de Tequila con chorizo, champiñones y queso al tequila coronado por ceniza de tortilla.

Otro platillo icónico del sitio son “los camarones ahogados”, una pequeña torre o timbal de camarón curtido en leche de tigre con chile piquín y de árbol tostado y también la “ensalada de quelites”, que es una variedad de tomates frescos con quelites, jocoque y queso Cotija, aliñado en pesto de epazote.

Entre sus platos fuertes está el “Block de birria”, que es un trozo de carne res confitada en mole poblano con puré de camote y nopales curados. La carne estaba suavecita y el mole exquisito, por lo que disfrutamos de cada bocado.

Los postres del fin de semana son los churros con miel de tequila. Es un postre capaz de enamorar a cualquiera a primera vista, ya que se sirven de una forma pintoresca, sobre un pequeño bracerito, son pequeños y están acompañados de leche quemada, en una cama de cajeta. Lo mismo pasa con la “jericalla”, se sirve en un pequeño tazón y va coronada con nieve de tequila y leche quemada, y encima va coronada con un poco de granola, galleta molida y frutos rojos.

La Cueva de Don Cenobio se encuentra en Calle Luis Navarro 69, col. La Villa, Tequila.

​SRN

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