Hay alimentos que tan solo con agregar un ingrediente pueden dar un giro inesperado y realzar sus sabores, este es el caso de las ensaladas que algunas personas suelen añadir vinagre balsámico, el cual debe de ser usado con cuidado ya que si se pone de más a cualquier preparación el sabor no puede ser el mejor.
Así como el vinagre balsámico se le agrega a las ensaladas, también se puede añadir a las carnes al momento de cocerlas. El sabor y el modo de elaboración de este vinagre es muy diferente al de manzana. A continuación, te contamos de qué está hecho este producto.
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El vinagre balsámico tiene origen en Italia, sin embargo, no fue hasta la década de los 80 cuando se empezó a comercializar en otras partes de Europa, así como en Estados Unidos. Y ahora hasta podemos encontrarlo fácilmente en los supermercados.
El ingrediente principal del vinagre balsámico es una fruta: la uva que puede ser la trebbiano, pero también se pueden utilizar Lambruschi Grasparossa o Ancellotta que tienen un sabor ácido agradable y con un toque de dulce.
Lo primero que se tiene que hacer para producir el vinagre balsámico es obtener mosto de las uvas, el cual se pone a hervir hasta reducir su cantad por lo menos hasta la mitad. Una vez que se enfría, el líquido fermenta alcohólicamente y se envasa en unos barriles de madera.
Los barriles en los que se pone el mosto de las uvas pueden ser de diferentes tipos de madera como roble, cerezo, fresno, enebro o morera. Cuando este líquido se deja reposar por lo menos un año en un barril, se cambia a otro de una madera distinta y de un tamaño más pequeño.
A diferencia del vinagre de manzana que puede estar en reposo por 4 o 6 meses, el vinagre balsámico puede estar por lo menos 12 años, por si fuera poco, además de cambiar de barriles cada determinado tiempo, también se debe mezclar con vinagres balsámicos menos añejos.
PJG