El chef Felipe Cervantes Rodríguez lleva lo que va del año haciendo donas, porque la pandemia no detuvo el objetivo que persigue en compañía de Daniel Montalvo, el creador del concepto de Oh Donas, de convertir su propuesta en la mejor para degustar tan dulce postre en Ciudad de México.
Tras la inauguración del restaurante de donas en febrero; en la etapa más crítica de la pandemia tuvieron que cerrar el negocio, pero siguieron trabajando “entregando a domicilio” para lograr el objetivo, dice el chef, quien por momentos abandona su cocina, para la entrevista en una de las mesas del restaurante.
“Afortunadamente la gente respondió muy bien, gracias a la ayuda de las redes, que fue donde dimos a conocer todos los tipos de dona que tenemos, que superan las 60 propuestas, aunque en realidad, lo fundamental es que el concepto se basa en la originalidad, porque detrás de cada dona hay una historia, porque el nombre se puede relacionar con algún familiar de Dani y lleva el ingrediente o algún detalle referido a esa persona”, explica el chef, cuyos conocimientos se han nutrido con la práctica y la asesoría que tuvo cuando trabajo en el restaurante Balcón del Zócalo, donde destaca “aprendí muchísimo de la mayoría oaxaqueña que trabajaba ahí”.
Y aunque el aprendizaje fue dulce y salado, ahora Felipe aplica todo su conocimiento en preparaciones dulces, pues a la fecha ha creado, en mancuerna con Daniel, más de 60 tipos de donas para integrar el menú que ofrecen, en el que destacan sus propuestas con matcha, Cajeta Lotus, y Hershey's & Oreo.
“Hacemos las donas más increíbles que puedas imaginar, pero lo más interesante es que aquí hacemos toda la preparación desde la masa, hasta el más mínimo detalle que lleva cada dona, que es única porque no la encuentras en ninguna parte y que se ha convertido en una dulce experiencia, que puedes disfrutar de manera individual o en pareja, pues el diámetro es de 14 cm”, incluso hay ocasiones en las que el chef sale a terminar la preparación en la mesa donde se sirve la dona.
“Ese es el caso de la Dona Baileys Fire, que va flameada, por lo que se termina ante la mirada del comensal”, explica el chef, quien añade, “pero igual tenemos las donas rellenas que pueden ser de Ferrero, de Nutella, de coco, de guayaba con queso, de maracuyá orgánica, de cheesecake, de fresa, de pirulí y hasta de chocoretas”.
Además, el chef destaca que se retroalimentan de los comentarios de sus visitantes, “para tener ideas de lo que más les gusta, y así seguir innovando para ser el único restaurante de donas en México con esta propuesta”.
También se inspiran en las temporadas o fechas importantes del año, por lo que han creado una dona para el día del padre, “como la que hicimos de elote y rompope, aunque fue tal el éxito que ya se convirtió en parte de la carta” del restaurante.
En la sede de Oh Donas, en la colonia Roma, para los que se inclinan por el sabor salado, han creado la dona hawaiana y la de queso gouda, que pueden complementarse con alguna de las bebidas, que van desde el café de la casa, hasta dulces y originales malteadas o las diversas infusiones que forman parte de la dulce experiencia.