La reina Isabel II hizo el domingo una aparición sorpresa en el balcón del Palacio de Buckingham acompañada de su heredero, el príncipe Carlos y su nieto William, segundo en el orden sucesorio, para cerrar los cuatro días de grandes festejos por el Jubileo de Platino, evento que conmemora sus 70 años de reinado.
Tras ausentarse de los eventos del viernes y el sábado por un "malestar", la monarca apareció unos minutos frente a su pueblo. También salieron al balcón Camila de Cornualles, segunda esposa del príncipe Carlos, y Kate Middleton y sus tres hijos, George, Charlotte y Louis.
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Los festejos llegaron a su fin este domingo con un desfile en Londres en el que los asistentes vieron recorrer la carroza de oro de la reina, marionetas gigantes, músicos y bailarines, una representación de la riqueza y transformación de la cultura británica.
La víspera, durante un gigantesco concierto de rock organizado frente al palacio, hizo una aparición en vídeo cargada de humor junto al célebre osito de animación Paddington, que recordaba el vídeo grabado junto a James Bond -el actor Daniel Craig- para los juegos olímpico de Londres 2012.
La reina participó en personas el primero de los cuatro días de grandes festejos nacionales, pero estuvo ausente viernes y sábado tras sentir "un cierto malestar".
Problemas de salud de la reina Isabel II
La reina participó en personas el primero de los cuatro días de grandes festejos nacionales, pero estuvo ausente viernes y sábado tras sentir "un cierto malestar". Su salud preocupa desde que en octubre los médicos le ordenaron guardar reposo y tuvo que pasar una noche hospitalizada para someterse a pruebas médicas.
Desde entonces, ha sido remplazada en actos cada vez más relevantes por su heredero, el príncipe Carlos de 73 años, en un progresivo traspaso de funciones monárquicas por una soberana determinada a no abdicar.
Pero la transición despierta dudas, por la popularidad de Carlos, muy inferior a la de su madre, y las crisis y críticas que sufre la monarquía, desde el distanciamiento del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle hasta los ataques por el pasado colonial y esclavista del imperio británico.
En un sombrío contexto social, con una inflación disparada que impone estrecheces a muchos británicos, la división causada por el Brexit y los 180 mil muertos causados por la pandemia, los festejos del jubileo han sido una válvula de escape para la población y una oportunidad para la familia real de volver a seducirla.
"Nadie realiza pompa, ceremonial y desfiles aéreos como nosotros", escribió The Sunday Times, mientras The Observer calificaba el jubileo como "parte de una larga despedida" de Isabel II, que comenzó el año pasado con el funeral de su marido, el príncipe Felipe.
amt