Gontû es un hotel de apenas 19 habitaciones que flota en el mar interior de Seto y ha dado mucho de qué hablar gracias a su elegante diseño inspirado en la estética tradicional del país oriental y sus sofisticados espacios, que te ofrecen intimidad y un cálido ambiente mientras navegas en alta mar. Saliendo del puerto deportivo Bella Vista en la ciudad de Onomichi y regresando a él, el hotel flotante transporta pasajeros a lo largo de las costas Chugoku y Shikoku de la región.
Está coronado por un techo que combina con el paisaje natural y los techos de titanio de los edificios a lo largo de la costa, así como un casco plateado que cambia de aspecto según el color del mar.
“Me sentiría extremadamente feliz si los pasajeros que vienen a bordo pudieran experimentar el lujo del tiempo, el lujo de no hacer nada”, dijo el arquitecto del proyecto, Yasushi Horibe, a CNN.
El tiempo pasa lentamente a bordo, envuelto en la fragancia de la madera. Cuando entras a tu cabina, las vistas del mar interior de Seto se extienden ante tus ojos junto a las crestas de múltiples capas de las montañas. Guntû ofrece cuatro tipos de cabinas de pasajeros, todas son suites con terrazas cerca de la superficie del mar.
Tiene capacidad para 38 pasajeros
y para reservar deberás comunicarte a los teléfonos en su página web o dirigirte personalmente a la galería Guntû, ubicada en el hotel imperial en Tokio.
Viajar en este navío no debe entenderse como un viaje en crucero. Guntû ofrece una oportunidad única para desprenderse de la realidad y sumergirse en un estado de completa armonía. Lejos de recorrer el mundo y realizar exhaustivos trayectos turísticos, la nave se mantiene rondando tranquila por las aguas de la región de Setouchi, cerca de Osaka.
Algunas actividades fuera del hotel que no están disponibles en ningún otro lugar, son el verdadero placer de viajar aquí, tales como caminatas por lugares exclusivos, pesca personalizada en la región Setouchi, tradiciones culinarias, danza y festividades ancestrales dependiendo de la temporada.