Este fue el juguete más peligroso de todos los tiempos, ¿te atreverías a jugarlo?

No podrás creer en que consistía este insólito juego de mesa que se vendía en los años 50.

Juego más peligroso de la historia. (Twitter)
Ciudad de México /

Ha pasado mucho desde que los juegos favoritos de los niños eran las canicas, el yoyo y el trompo, pues en la década de 1950 las formas de diversión erán más didácticas al no existir los videojuegos; sin embargo, algunos sets llegaron demasiado lejos en su búsqueda por ser los más entretenidos del mercado y terminaron siendo un verdadero peligro para quienes los utilizaban.

Tal es el caso del Gilbert U-238 Laboratorio de Energía Atómica, que es considerado el set de juego más peligroso de todos los tiempos y aquí te decimos por qué. ¿Te atreverías a jugarlo?

El estadunidense Alfred Carlton Gilbert fue el creador de este singular laboratorio. Su empresa fundada en 1909 era reconocida por crear juegos totalmente realistas que acercaban a los niños a la ciencia y a la magia, a tal grado que en su set de bilogía incluía insectos reales para su estudio, y en el de química, los niños tenían que fundir plomo para crear soldaditos de juguete.

Tal era la situación en el mundo a principios de los 50 que uno de los temas del día a día era el desarrollo de la energía nuclear, por lo que la compañía decidió crear el Gilbert U-238 Laboratorio de Energía Atómica, que era prácticamente real, con todo y los riesgos que esto implicaba.

El elaborado set de juego consistía en un maletín que incluía materiales tan peligrosos como nitrato de sodio, cloruro de amonio y cloruro de cobalto, además de cianuro, materiales con los que los pequeños podían hacer riesgosos experimentos.

"Puedes hacer más de 150 emocionantes experimentos diferentes para crear y observar reacciones nucleares y químicas usando el material radioactivo que viene incluido. ¡Produce vistas impresionantes! Permite ver las trayectorias de los electrones y las partículas alfa que viajan a velocidades de ¡más de 10 mil kilómetros por segundo!", se leía en los anuncios del juego.

El set de juego se trataba en realidad de un kit muy completo, pues contenía artefactos casi profesionales acompañados de sus debidas instrucciones de uso, tales como un electroscopio, un contador Geiger que funcionaba a batería para medir la radiactividad, un electroscopio, fuentes de radiación, un espectroscopio para observar desintegraciones nucleares, una cámara Wilson que sirve para detectar partículas de radiación, y esferas nucleares para armar un modelo de una partícula alpha.

Por supuesto que el peligroso juego fue retirado del mercado y su venta fue prohibida a causa del gran riesgo que significaba a pequeña central nuclear. 

Un juguete muy costoso

El set estuvo a la venta entre 1950 y 1951 y se vendieron alrededor de 10 mil unidades a pesar de su elevado precio de 50 dólares, que actualmente equivaldrían a 10 mil pesos cada uno.

En su autobiografía, Albert Carlton Gilbert dijo que el Atomic Energy Lab U-238 era el más espectacular de sus sets educativos, y que el gobierno estadounidense apoyó la difusión del juguete, ya que permitiría un mayor entendimiento del público sobre la energía atómica.

lnb

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