La Posada de la Villa, referente del buen comer en Madrid

Instalado en la Cava Baja, a unos pasos de la Plaza Mayor y de históricos edificios que han sido testigo de la vida política y cultural de este país

Es una parada obligatoria para cualquier madrileño o persona que visite esta ciudad. FOTO. Especial
José Antonio López
Madrid /

En pleno corazón de Madrid se encuentra La Posada de la Villa, uno de los restaurantes madrileños con más solera de España, en la Cava Baja.

En el siglo XVII, en la Cava Baja, se encontraba el único molino de harina de todo Madrid, se le llamaba Posada de la Corte. Ya en el siglo XX, un hostelero enamorado de la ciudad madrileña lo restauró y le dio el nombre de La Posada de la Villa.

Sin embargo, fue hasta los años 80 cuando Félix Colomo rescató el edificio y lo convirtió en restaurante, La Posada de la Villa, un local en el que en cada esquina respira historia y anécdotas interminables.

En los años 80 Félix Colomo rescató el edificio y lo convirtió en La Posada de la Villa. FOTO: Especial
“En 1642 este lugar era una antigua posada, la más antigua de Madrid. Era también un sitio neurálgico de la época para todos los comerciantes, aunque fue en 1981 cuando el edificio tenía la orden de derribo, pero un visionario como Félix Colomo tuvo la idea de mantenerlo, invirtió mucho en reacondicionar todo y así hasta la fecha. Ahora, todos intentamos seguir su legado”, explicó a MILENIO Ricardo Sánchez, encargado del lugar.

Así fue el origen de este emblemático sitio por el que a diario también desfilan personajes del mundo de la política, la cultura y el deporte, obviamente sin faltar el comensal que desea pasar momentos extraordinarios disfrutando de una cocina típica española y de los mejores vinos.

Para cualquier madrileño o turista, La Posada de la Villa es uno de los referentes del buen comer en la capital de España, ubicado en el llamado “Madrid de los Austrias”, un lugar donde todo fluye.

Un restaurante que trabaja una comida tradicional española, donde el cordero y los guisos son la especialidad de la casa, acompañados de una buena ración de patatas y una ensalada para compensar. Sin faltar entrantes como el embutido o las croquetas y eso, sí, disfrutando de un buen vino.

Una de las especialidades es el cocido madrileño, que se hace por encargo. FOTO: Especial
Nuestra especialidad es el cordero asado, lo hacemos en un horno árabe, manteniendo la tradición y con leña de encina, que es muy importante. Otra de nuestra especialidad es el cocido madrileño, que se hace por encargo. Aparte tenemos muchos guisos de cuchara, rabo de toro, etcétera. Contamos, por supuesto, con una amplia carta de vinos”, expresó Sánchez.

El comensal también puede degustar platos como los callos a la madrileña o el pisto, además de un buen pescado, que se incluye en una muy variada carta, en la que hay sitio para los postres como una cuajada casera o un requesón con miel, por ejemplo.

De esta manera, La Posada de la Villa es una parada obligatoria para cualquier madrileño o persona que visite esta ciudad.

Viene de todo, también mucho extranjero, gente de la ciudad, muchos políticos, gente de la farándula, en fin. De hecho, como se puede observar, casi todas nuestras sillas tienen un nombre de alguien especial que ha venido o algún personaje ilustre. Aquí se atiende a todo mundo. Bien, desde el foráneo, como al de casa”, afirmó.

Gracias a su larga y fructífera trayectoria, a La Posada de la Villa se le han otorgado multitud de premios y condecoraciones, entre ellas pertenecer a la distinguida Guía Michelín, el Gran Collar Gastronómico Internacional, Premio Nacional de Gastronomía Internacional, el Chaine des Rotisseurs, y cuenta también con el honor de ser reconocido por el Ayuntamiento de Madrid, como Comercio Centenario por excelencia empresarial al ciudadano.

MGR

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