Así fue el día que Lady Di caminó por un campo minado en Angola

La princesa Diana llamó la atención internacional en 1997 cuando recorrió un campo minado siete meses antes de que falleciera en un accidente automovilístico.

Lady Di y el día que caminó por un campo minado (Especial).
Editorial Milenio
Londres /

Lady Di murió en un accidente automovilístico hace 24 años en París dejando un vacío en la realeza británica y misterios sin resolver. La princesa de Gales, quien hoy cumpliría 60 añosse convirtió en un símbolo e ícono del Reino Unido no sólo por los cambios que desató al interior de la familia real sino también por su labor altruista: la mayoría de la gente no se ofrecería a caminar por un campo minado, pero Diana Spencer lo hizo dos veces.

El 15 de enero de 1997, Diana caminó cautelosamente por un estrecho sendero seguro a través de un campo minado en Angola, con un visor protector y un chaleco antibalas con el nombre de The HALO Trust, un grupo dedicado a remover minas terrestres de antiguas zonas de guerra. 

¿Qué pasó el día que Lady Di caminó por el campo minado?

Cuando se dio cuenta que algunos fotógrafos que la acompañaban no habían podido retratarla, se volteó y lo hizo de nuevo. Después conoció a un grupo de víctimas de minas terrestres. Una niña que había perdido su pierna izquierda se sentó en el regazo de la princesa. 

Las imágenes de ese día aparecieron en periódicos y televisoras del mundo, llamando la atención internacional sobre la campaña entonces languideciente para retirar aparatos que continuaban enterrados décadas después de que terminaran los conflictos. En la actualidad un tratado para prohibir minas terrestres ha sido firmado por 164 países.

Así cambió Lady Di a la realeza británica

La caminata de Diana entre las minas, siete meses antes de que falleciera en un accidente automovilístico en Paris, es sólo un ejemplo de cómo hizo que la monarquía fuera más accesible, cambiando la forma en la que la familia real se relacionaba con la gente

Al interactuar más íntimamente con el público — arrodillándose al nivel de un niño, sentada en la cama de un paciente de hospital, escribiendo notas personales a sus fans — se conectó con la gente de una forma que inspiró a otros miembros de la realeza, incluyendo a sus hijos, los príncipes William y Harry, mientras la monarquía trabajaba para convertirse en una institución más humana y permanecer relevante en el siglo XXI.

Aquellos tocados por la vida de la maestra de preescolar convertida en princesa la recuerdan el día que habría sido su cumpleaños 60. Rememoran a la complicada y rebelde miembro de la realeza que dejó una huella perdurable en la Casa de Windsor.  

Diana tenía “la inteligencia emocional que le permitía ver el cuadro completo ... pero también llevarlo al plano de seres humanos individuales”, dijo James Cowan, un mayor-general que es ahora director general de The HALO Trust. “Sabía que podía llegar a sus corazones de esa forma que sería más hábil que aquellos que sólo serían una influencia a través de la cabeza”.

Diana no inventó la idea de que los miembros de la realeza visitaran a los pobres, desamparados u oprimidos. La misma reina Isabel II visitó una colonia de leprosos en Nigeria en 1956. Pero Diana los tocaba, literalmente.

“Diana era una verdadera abrazadora en la familia real”, dijo Sally Bedell Smith, autora de Diana in Search of Herself. “Era mucho más visible en el plano táctil en la forma en la que interactuaba con la gente. Eso no es algo que le haga sentir cómoda a la reina y todavía no lo es”.

Sobre todo Diana sabía que esas interacciones podían llamar la atención a las causas que apoyaba, pues era seguida a todas partes por fotógrafos y cámaras de televisión.

Diez años antes de que abrazara a las víctimas de minas terrestres en Angola, le dio la mano a un joven paciente con sida en Londres durante los primeros días de la epidemia, mostrando a la gente que la enfermedad no podía ser transmitida por tocar.

Su fallido matrimonio con el príncipe Carlos

A medida que su matrimonio con el príncipe Carlos se deterioraba, Diana usaba las mismas técnicas para contar su lado de la historia. Abrazando ampliamente a sus hijos para mostrar su afecto. Sentada sola frente al Taj Mahal en un viaje real a India y caminando por ese campo minado cuando comenzaba una nueva vida tras su divorcio.

“Diana entendía el poder de las imágenes. Y sabía que una fotografía vale más de mil palabras”, dijo Ingrid Seward, editora en jefe de la revista Majesty y autora de Diana: An Intimate Portrait.No era una intelectual. Ni siquiera era quien diría las palabras correctas, pero daba la imagen correcta”.

Y eso comenzó el día que Lady Diana Spencer, de 20 años, se casó con el príncipe Carlos, heredero al trono el 29 de julio de 1981, en la Catedral de San Pablo. 

Los hijos de Diana aprendieron del ejemplo de su madre, haciendo conexiones más personales con el público durante sus trabajos caritativos incluyendo sus esfuerzos para desestigmatizar los problemas de salud mental y tratar a jóvenes con sida en Lesoto y Botsuana.

William, quien es segundo en la línea de sucesión al trono, trabajó como piloto de ambulancia aérea antes de asumir sus deberes reales de tiempo completo. Harry volvió a dar los pasos de Diana en un campo minado para The HALO Trust. 

Su influencia también puede ser vista en otros miembros de la realeza. Por ejemplo Sofía, la condesa de Wessex y esposa del hermano de Carlos, el príncipe Eduardo, tenía los ojos llorosos en una entrevista por televisión al hablar al país sobre la muerte de su suegro el príncipe Felipe.

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