A la edad de 15 años, un accidente cambió su vida y le quitó sus brazos, más no sus sueños e ilusiones. Hoy comparte su experiencia a mujeres y jóvenes para demostrar que pese a las adversidades, no hay límites para alcanzar las metas.
Ahora a sus 35, Cilia García Salazar es bendecida con dos hijos; se tituló como licenciada en Psicología y es una reconocida conferencista en temas de superación personal, además de pintora surrealista.
¿Cómo fue tu accidente?
El chofer se quedó dormido, fue el 13 de febrero de 2001 en El Abra San Luis Potosí antes de llegar a Valles, yo venía de León Guanajuato. A esa edad yo ya tenía un plan de vida trazado, quería estudiar, trabajar, tener una familia, ser modelo, cuando pasa mi accidente pensé que ahí se había acabado todo, más de un mes estuve hospitalizada.
Recuerdo que puse mi cara y mis brazos en la ventanilla del autobús, me duermo y luego empiezo a escuchar la alarma de velocidad, yo quiero abrir mis ojos, siento que voy caminando y en ese caminar me hablan por mi nombre tres veces, era la voz de mi abuelo, quien ya tenía más de diez años de haber fallecido, y él me dice Cilia tuviste un accidente, pero en cambio te han dado unas alas y tú puedes hacer lo que quieras con esas alas.
¿Cómo viviste ese proceso?
Conforme pasaba el tiempo en el hospital me di cuenta que si realmente quería hacer algo, yo lo podía hacer echándole muchas ganas y sobre todo creyendo en mí. Aparte de los brazos yo casi pierdo el ojo izquierdo en el accidente y tuve fracturas, golpes y una lesión en el pulmón, los médicos no creían que yo iba a seguir viviendo.
¿Te brindaron facilidades para estudiar?
Terminé mi carrera en el 2012, después de muchas trabas en varias escuelas donde no me permitían estudiar por mi discapacidad, me pedían que demostrara que estaba bien de mis facultades mentales, hasta que terminé mi carrera en una universidad particular.
¿Te cerraban las puertas laboralmente?
Yo contaba con mi título y ya tenía varios años dando conferencias, estuve tocando puertas seis años, no me contrataban por mi discapacidad, pero no me dí por vencida, hasta que Martha Izaguirre me dio la oportunidad en la Secretaría de Cultura de Tampico.
Ocho años dando conferencias, ¿cómo te alimentan espiritualmente?
Me siento feliz de poder ayudar a otras personas con mi testimonio y que me vean como una motivación para continuar. Ellos que están completos a veces se frenan por algún pensamiento negativo o porque están pasando por una situación mala, dicen ella no tiene brazos y ha logrado todo lo que se ha propuesto, como que les cambia el chip.
Eres bendecida con dos hijos. Tengo dos niños de seis y cuatro años. Hace un año mi hijo me acompañó a dar una conferencia, él dio la apertura y fue muy padre compartir el escenario con él.
¿Además eres pintora surrealista?
Cuando tenía brazos no me llamaba la atención pintar, tras el accidente menos, pero si yo digo que todo lo que te propongas lo puedes lograr, fui a comprar mi estuche de pinturas acrílicas y empecé a pintar, llevo más de cien cuadros.
¿Qué piensas de la violencia hacia la mujer?
Es terrible todo lo que está pasando en México, ya no podemos ni salir tranquilos a ningún lado. Veo también que hay mucho machismo; las mujeres tienen que amarse a sí mismas y hacer lo que realmente quieran. No estoy a favor del paro de mujeres porque no es la solución.
¿Cuál debe ser la reflexión este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer?
Que las mujeres luchen por lo que realmente quieren, aunque esté todo en contra, si tú confías en ti, lo vas a lograr.
GINS