En 1989 abrió la primera tienda Louis Vuitton en México, en la avenida Presidente Masaryk; a 30 años de su llegada, la casa francesa presenta la exposición Time Capsule, que reúne los más antiguos artículos de lujo para los amantes de los viajes y sus versiones modernas.
La exhibición se montó en el Palacio de Hierro Polanco, dentro de una cápsula con seis secciones diferentes: La clave de los códigos, Viajes alrededor del mundo, Elegancia en movimiento, Mágica malle, Íconos de la casa y Salón de los Artesanos; en cada espacio hay tabletas que completan la experiencia.
“Louis Vuitton fue muy innovador, siempre usó la mejor tecnología de la época para todos sus productos, prueba de eso está en que todos sus baúles eran resistes y herméticos; con el tiempo siempre fue evolucionando la marca”, dijo un guía mientras mostraba algunos de los primeros modelos, como el que data de 1879 y muestra el primer canvas que lanzó para diferenciarse de la competencia.
Más adelante hay desde un baúl que guarda una cama, para viajar en tren, avión y coche, hasta otros para guardar caviar. Enseguida, hay un espacio con objetos personalizados, perfumes, pipas, incluso un balón de futbol y un pequeño baúl para guardar flores.
“La marca también se enfoca en objetos personales, para hombres y mujeres; los baúles para flores resisten agua, pueden usarse como un florero, los creó el nieto de Louis Vuitton como un regalo para sus clientes”, indicó el guía.
La muestra, que está abierta al público hasta el próximo 23 de junio, también reúne piezas en las que otros diseñadores han colaborado; algunas más inspiradas en México; una sala con un baúl en el que se proyectan los diversos canvas, y otra con una línea de tiempo con fotografías. Al final, los asistentes pueden imprimir postales para llevarse un recuerdo con el estilo de la casa francesa.
EN VIVO
Cabe destacar que en el Artisans’ Room hay un artesano por día que muestra al público el proceso para elaborar una pieza en vivo; en esta ocasión, Dania mostraba cómo se hacen las agarraderas de la Speedy de Louis Vuitton.
“Se cosen a mano con dos agujas, así se realiza en los talleres; aquí también vemos cómo hacer la línea decorativa de la piel y la pintura de las agarraderas, que son a mano. Estamos mostrando las piezas de esta bolsa, ya cortadas y ensambladas”, señaló en entrevista.
Y añadió: “Hacer esta bolsa es un proceso bien largo desde que se tiene que procesar la piel, hasta que tiene que pasarse por la inspección, hay grupos de corte, de preparación, de costura, de ensamble, de inspección y calidad, así como de shipping”.