"El puente de Londres ha caído..." es la frase con la que la primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, activó el plan de emergencia para despedir a la reina Isabel II: la Operación Puente Londres (London Bridge).
Este protocolo, ensayado por décadas y formado por códigos y palabras clave para comunicarse, hoy se llevó a la práctica con la muerte de la monarca a los 96 años.
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Operation London Bridge: protocolo de la corona británica ante la muerte de la reina
Operation London Bridge (Puente de Londres) es el plan de actuación en caso de muerte de la reina que las autoridades británicas tenían preparado desde hace varios años.
En su momento, medios como The Guardian y Político dieron a conocer detalles de este protocolo, que hoy comenzó con el secretario privado de la reina informando del deceso a la primera ministra, Liz Truss, y a la Oficina del Consejo Privado, que coordina el trabajo de gobierno en nombre del monarca.
El día del deceso, según London Bridge, se denomina Día D, y a cada día siguiente previo al funeral se le sumará un número, por ejemplo: mañana corresponde al D+1 y el sábado al D+2.
Este plan también contempló el aviso en un tablón que se colocó en las entrada de la residencia oficial de la monarca, el Palacio de Buckingham, y que todas las banderas de Whitehall -la zona parlamentaria- ondearan a media asta.
London Bridge incluyó procedimientos redes sociales: "El sitio web de la familia real cambiará a una página negra con una breve declaración que confirma la muerte de la reina. El sitio web del gobierno del Reino Unido mostrará un cartel negro en la parte superior. Todas las páginas de medios sociales departamentales del gobierno también mostrarán un cartel negro y cambiarán sus imágenes de perfil a su escudo departamental. No se debe publicar contenido no urgente", reveló el portal Político sobre las acciones virtuales del protocolo.
El Día D también contempla una audiencia de la primera ministra con el nuevo rey, y una transmisión del nuevo monarca a la nación. Además de un servicio funerario en la Catedral de St. Paul, en Londres.
Asimismo, el plan indica diez días de luto, entre los cuales el ataúd se pondrá en el Palacio de Westminster para que la gente muestre su respeto. El último día, se realizará el funeral en la Abadía de Westminster y se trasladará el cuerpo de Isabel II al Palacio de Windsor, donde será enterrada en la cripta real.
En 2018 se determinó que el nuevo rey Carlos de Inglaterra, primero en la línea de sucesión, visitará Escocia y Gales poco después de la muerte de Isabel II para "mostrar que son una parte integral de su reino".
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