El pícnic más grande del mundo, surgido en París, llegó a su quinta edición en Querétaro con Möet & Chandon como patrocinador, un evento que festeja a la vida y que reúne a las personas para proyectar una imagen positiva, así como fomentar la apreciación de los espacios emblemáticos del país.
La Alameda Hidalgo, ubicada en el Centro Histórico de Querétaro, fue el escenario en el que 950 amantes del buen vivir se reunieron vestidos completamente de blanco para disfrutar de las bebidas de Möet & Chandon: Brut Impérial, Rosé Impérial, Nectar Impérial, Nectar Impérial Rose y Brut Impérial Golden Light.
UNA SOFISTICADA VELADA
Acompañados de un espectáculo musical a cargo de Zinco Big Band con Jenny Beaujean y Rodolfo Vera, los asistentes acompañaron las bebidas con un menú conformado por granos de maíz con rábanos y espinacas como entrada, como plato fuerte ensalada de quinoa con salmón, y para cerrar una tartaleta de chocolate y frutos rojos.
Luego del pícnic, se dio inicio al icónico encendido de luces de bengala de Le Diner en Blanc, iluminando la sede en la oscuridad.
MÁS SOBRE LE DINER EN BLANC
El festejo, surgido en París, le ha dado la vuelta al mundo buscando que cada edición sea más grande e inolvidable.
“Le Diner en Blanc viene desde Francia, yo soy de allá y lo conozco muy bien, ahora es un evento mundial, se hace en países como México, Estados Unidos, o Canadá. Es espectacular, la gente está muy feliz de estar aquí, es un éxito”, dijo a M2 Loya Bonte, director comercial de Möet Hennessy en México.
Para poder asistir, las personas deben ser invitadas por alguien que ya haya ido al evento o registrarse en la lista de espera en la página: mexicocity.dinerenblanc.com. Además de ir completamente de blanco deben llevar consigo su propia mesa, sillas, mantel, vajilla, copas, decoración y cena.
El lugar donde se realiza es cuidadosamente mantenido en secreto hasta el último momento. Para poder lograrlo, los asistentes llegan a un punto de reunión donde abordan autobuses rentados por la organización o son dirigidos peatonalmente al lugar, dependiendo de la distancia.
Al momento de comer y compartir, disfrutar, bailar y cantar, se crea un ambiente de intimidad entre las personas haciendo el momento memorable.
Y ADEMÁS
6 continentes ya realizan el Diner en Blanc.
30 años desde su inicio en París.
6 mil personas en lista de espera cada año.