Con una carrera de más de siete años en el modelaje y la actuación, Are Rojas (1991) se volvió noticia por su desnudo en una fila para cargar gasolina en Huixquilucan, Estado de México, durante la crisis de desabasto. Esta licenciada en Educación Física, educadora sexual, actriz y escritora dice que fue una “niña tímida e introvertida casi sin amigos”.
Ahora, con 332 mil seguidores en redes sociales y la polémica imagen superando los 79 mil likes y 3 mil 500 comentarios, quiere llegarle al Presidente con un programa de educación sexual.
¿La imagen de la gasolinera marca un antes y un después en tu carrera?
Marca un después. Sabía que iba a generar controversia, pero no imaginé que tanta. Al día siguiente fue viral en redes, en el segundo en el periódico y al tercero en televisión. Me sorprendieron los ataques que recibí de mujeres, justificando y defendiendo a violadores, asesinos y secuestradores.
No entendieron el mensaje. Si tienes una población educada, no importa que estés desnuda, no importa que estés en falda en el Metro, no tendría por qué significar que te toquen, que te digan algo o que te secuestren. También me llenó de felicidad leer a mujeres que me tomaron como ejemplo. Creo que moví a la sociedad, hay que ponerse a pensar que nos impacta más un desnudo que toda la violencia que vemos a diario.
¿Usas el Metro?
No había usado el Metro hasta hace unos años. La primera vez tuve mucho miedo, me subí muy tapada. Llegué a tener malas experiencias. Descubrí que los que atacan van por las personas inseguras. Hubo un momento en que dije: “me voy a subir al Metro como yo ando vestida”. Empecé a usar falda, minivestido, short y con esa seguridad me subo. La gente me hace un lugar y nadie se me acerca. Las mujeres tenemos que ser más seguras, normalizar que ponernos una falda o un short no es para provocar, ¡me lo pongo porque tengo calor!
De Hooter’s al modelaje y luego al teatro, ¿cómo surge tu vocación por la actuación?
Desde pequeña dije: “quiero ser actriz”. Empecé en teatro a los 16 años con el actor Guillermo Gil, él fue mi maestro; con Salvador Sánchez, su hermano; con El Choforo (Raúl Padilla). Después hubo una pausa en la que dejé la actuación varios años, estudié la licenciatura en Educación Física. Hasta ahora estoy retomando la actuación. Estuve con Patricia Reyes Spíndola haciendo teleserie y cine.
El desnudo de la gasolinera fue algo espontáneo, ¿has pensado hacer otro?
Sí, pero otra vez como protesta. Lamentablemente si no haces algo que impacte, no te voltean a ver. Por fin pude ser escuchada, llevo años hablando y escribiendo de erotismo, soy educadora sexual y este año inicio la carrera en psicología clínica para ser terapeuta.
¿Qué espacio ocupa la música en tu vida?
¡Bastante! No me puedo aprender los nombres de los artistas, pero tengo mis playlist. Tengo una que es erótica, en ella tengo The XX, Two Feet, Flume, es el tipo de música que escucho para escribir. También tengo para hacer ejercicio, realmente escucho de todo.
¿Cocinas?
Hago experimentos, depende lo que se me antoja. Mi alimentación es muy mexicana: arroz, pechuga asada, bistec, salmón, verdura… me gusta hacer pastas con atún y crema, es mi platillo favorito.
Series de tv, cine, teatro, ¿qué consumes más?
Series y cine. Estoy concentrada en series enfocadas en la sexualidad y relaciones humanas. Russian doll es una serie muy extraña, pero es buena. You, You me her, Sex education, Love… ya casi me las acabé, ando buscando nuevas.
¿Qué viene a tu cabeza cuando escuchas la palabra sexo?
Educación sexual. Hace falta en México, en las escuelas, un programa real. Enseñamos a prevenir embarazos, pero ¿qué hay del sexo homosexual? Hay alumnos que están en esa situación y no pueden ser guiados, viven con la frustración de no ser aceptados socialmente y se tienen que esconder. Con una educación sexual más abierta podemos prevenir desde embarazos en adolescentes hasta infecciones de transmisión sexual.
¿Te consideras activista de los derechos sexuales?
Sí, en eso estoy. Quiero impartir conferencias y talleres.
¿Cómo te defines, como colegiala dulce o como mujer fatal?
Soy las dos. Por una parte soy la mujer fatal, pero ya iniciando una relación soy un osito cariñosito, me encanta abrazar, soy muy cursi, escribo cartas y hago regalitos. En la sexualidad sí soy tremenda.
Durante la campaña presidencial fuiste muy cercana a las propuestas de López Obrador, ¿volverías a votar por él?
No tengo palabras, fue un voto de fe, ¿qué pasa si vemos del lado contrario? Del lado izquierdista, quiero darle un año. Sí, la ha regado en muchos aspectos y no sé si votaría otra vez por él.
¿Qué sigue en tu carrera?
Hablando del tema político, me gustaría llegarle al Presidente… como educadora sexual, quiero crear un plan para el país. Como actriz, quiero hacer series y cine; como escritora, quiero publicar mi novela, también me gustaría escribir en algún sitio sobre sexualidad.