En 2019, la compañía multinacional Nike creó Move to Zero, una iniciativa que busca llevar a cero las emisiones de carbono que afectan al medio ambiente, y que, sin duda alguna, son clave en el avance del cambio climático en nuestro planeta.
Actualmente, Nike planea reducir hasta 50% la huella de carbono en todos los insumos clave que utiliza durante la manufactura de sus piezas, como el algodón, la piel y el caucho; estableciendo para el año 2025 una reducción completa a cero. Una iniciativa que pretende mezclarse con el estilo conocido de la marca, y que además se inclina por un futuro en el que usemos productos 100 por ciento sustentables.
Con materiales como el poliéster reciclado, la piel sintética reciclada y el Nike Grind –el cual se fabrica con caucho, espuma, fibra, cuero y textiles desechados o sin usar, al final de su vida útil–, la marca ha dejado en claro su obligación de considerar una solución de diseño completo; incluida la forma en cómo reinventan cada pieza.
“Debemos pensar en todo el proceso: cómo lo diseñamos, cómo lo hacemos, cómo lo usamos, cómo lo reutilizamos y cómo eliminamos el desperdicio en cada paso –expresó Seana Hannah, vicepresidenta de Innovación sostenible de Nike–. Estos son los fundamentos de una mentalidad circular que informa las mejores prácticas”.
Una creación de moda ética y sustentable que convierte la basura en una nueva y hermosa articulación, presentándonos pares de calzado deportivo reciclados ideales para el día a día, con una versatilidad y calidad inigualable.
El diseño tiene la oportunidad de asumir un papel importante para hacer del mundo un lugar mejor. La reutilización nos pone en un viaje enfocado en alcanzar el progreso hora a hora, día a día, semana a semana, año a año.
“Al centrarnos en el progreso y no en la perfección, y al tomar mejores decisiones, aprovechamos la oportunidad de reconsiderar nuestro oficio con la esperanza de que forme una oleada de cambio”, explicó John Hoke, director de Diseño de Nike.
GP