A medida que envejecemos buscamos un método para que no se nos note la edad. La respuesta está en nuestra cama, y es que mientras más y mejor podamos dormir, más jóvenes nos sentiremos, al menos eso explican los investigadores de la UC Berkeley.
De acuerdo con un estudio publicado el 5 de abril en la revista Neurona, se establece que las necesidades no satisfechas de sueño de las personas mayores elevan el riesgo de pérdida de memoria y una amplia gama de trastornos.
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Matthew Walker, profesor de la Universidad de Berkeley en la psicología y la neurociencia explica: “Casi todas las enfermedades en la vida posterior tiene una relación causal con la falta de sueño. Hemos hecho un buen trabajo de extender la duración de la vida, pero un mal trabajo de extender la duración de nuestra salud. Ahora vemos el sueño y mejorar el sueño, como una nueva vía para remedio”.
También es importante considerar en el cambio de la cultura del sueño la cuestión de cantidad frente a la calidad.
“Sin embargo, se puede dormir por un número suficiente de horas, pero no obtener la calidad adecuada de sueño. También tenemos que apreciar la importancia de la calidad del sueño”, explica Mander.
mrf