La reina Isabel II y sus familiares cercanos pasaron la Navidad en su retiro campestre, donde comieron pavo criado localmente después del oficio religioso. En el mensaje tradicional de Navidad de la reina a Gran Bretaña y los países de la Mancomunidad, grabado previamente, la monarca destacó la necesidad del perdón y la reconciliación luego de un año difícil.
Hablando del deseo de seguir el ejemplo de Jesús, dijo que “el camino, desde luego, no siempre es llano y en ocasiones este año puede haber parecido lleno de baches, pero los pequeños pasos pueden significar una gran diferencia”.
Rodeada por fotos familiares, la reina habló de los sacrificios realizados por la generación de la Segunda Guerra Mundial y rindió homenaje a las fuerzas armadas y los servicios de emergencia.
En el 75 aniversario de la invasión del Día D que liberó a Europa de los nazis, dijo que los retos de hoy son distintos, e hizo una mención inusual del cambio climático.
“Los desafíos que enfrenta mucha gente hoy pueden ser distintos de los que enfrentó mi generación, pero me llama la atención ver cómo las nuevas generaciones afrontan con gran seriedad problemas como la protección de nuestro ambiente y nuestro clima”, dijo Isabel.
Asistieron por primera vez el príncipe Jorge, de 6 años, y la princesa Carlota, de 4, hijos del príncipe Guillermo y su esposa Catalina.
En cambio, no asistieron el príncipe Enrique, su esposa Meghan y su hijo Archie, de siete meses, quienes festejaron en Canadá con la madre de Meghan, Doria Ragland.
Algunos diarios interpretaron esa decisión como un desaire a la reina.
ehh