Activistas del grupo Animal Rising robaron tres corderos de la finca de Sandringham, propiedad del rey Carlos III en el noreste de Inglaterra, para protestar contra la cría de animales para la alimentación.
Las imágenes publicadas el jueves en Twitter por el grupo animalista muestran a tres mujeres robando tres corderos de un campo para darles "una vida en libertad", según afirma una de ellas. Afirma estar en la finca de Sandringham.
"De lo contrario, los habrían llevado pronto al matadero y la gente se los habría comido", añadió la activista.
En un comunicado, Animal Rising afirmó que esta operación de "rescate" se llevó a cabo el miércoles por la noche "en torno a las 20:00 horas" (14:00 horas, CdMx) y que las tres activistas se entregaron posteriormente a la policía.
La policía local confirmó que las tres mujeres acudieron "voluntariamente" a una comisaría y fueron detenidas "bajo sospecha de robo".
Esta acción marca el inicio de una serie de operaciones de "rescate" de animales que Animal Rising pretende llevar a cabo durante el verano para concienciar a los británicos de la necesidad de cambiar su forma de alimentarse, afirmó el grupo.
La finca de Sandringham, que abarca varios miles de hectáreas de bosques, cultivos y jardines, ha pertenecido a la familia real británica durante cinco generaciones.
Carlos III la heredó a la muerte de su madre, la reina Isabel II, en septiembre.
El jueves, otros tres activistas del grupo ecologista Just Stop Oil fueron detenidos en Londres tras arrojar pintura naranja sobre una pieza en la exposición floral de Chelsea, informó ese grupo, que lucha por que cese la explotación de hidrocarburos.
Just Stop Oil lleva meses realizando acciones de choque, hasta el punto de que el gobierno conservador británico aprobó una ley para reforzar los poderes de la policía con el fin de combatir estas operaciones.
Varios de sus activistas fueron detenidos al margen de la coronación de Carlos III, el 6 de mayo en Londres.
caov