Desde hace casi dos semanas la familia real británica ha ocupado los primeros lugares en tendencias y búsquedas a través de los principales navegadores de internet y redes sociales. Lo anterior a raíz de la muerte de la reina Isabel II y la ascensión de su hijo Carlos III al trono.
Aunque el nuevo soberano esperó 70 años ser el representante de la corona, ello no significa que a lo largo de su vida no haya sido miembro activo de la monarquía, por lo que desde hace décadas es posible verlo encabezando actos oficiales y siendo el representante real en algunos eventos realizados en territorios pertenecientes a la Commonwealth.
Ser mandatario también significa estar expuesto a peligros o atentados de los detractores más extremos. En MILENIO recordamos el día que intentaron asesinar al entonces príncipe de Gales.
Así fue el atentado en contra del rey Carlos III
El hecho ocurrió en 1994 durante una visita de Carlos al reino de Australia. Este tipo de viajes se realiza siempre en compañía de miembros del equipo de seguridad de la casa real.
Días previos al ataque, durante su paso por Nueva Zelanda, el personal fue puesto a prueba cuando una persona intentó abalanzarse sobre el príncipe. Rápidamente autoridades reaccionaron para neutralizar al sujeto, dejando todo en una anécdota.
No obstante, una vez en Australia, el príncipe fue invitado a una entrega de premios. Justo cuando fue llamado al micrófono para ofrecer un discurso, un sujeto vestido de playera blanca y pantalón de mezclilla corre hacia el estrado y dispara directamente en contra de Carlos.
En la primera detonación es posible ver a los asistentes desconcertados mientras el príncipe permanece estoico al hecho. Tras la segunda detonación el cuerpo de emergencia actúa y se divide en dos agrupaciones: la primera de ellas se abalanza sobre el agresor y la segundo cubre con su cuerpo al heredero. De acuerdo con el reporte oficial, las balas implementadas eran de salva.
Nueva Zelanda, reino de dos atentados
El atentado contra Carlos no fue el primer intento por acabar con la vida de un royal, pues de acuerdo con documentos revelados en 2018 por el Servicio de Seguridad e Inteligencia de Nueva Zelanda (SIS), un joven identificado como Lewis disparó en contra de la Reina Isabel II desde el baño de un quinto piso en un recinto cercano a su ubicación.
El disparador fue detenido y el incidente se encubrió con la intención de no afectar la imagen de su país y evitar la cancelación de futuras visitas.
FM