El nuevo rey Carlos III, de 73 años, se dirigió el lunes por primera vez al parlamento británico, asegurando "sentir el peso de la Historia" tras la muerte de su madre, en una ceremonia que reunió a ambas cámaras en Westminster.
"Presentándome ante ustedes hoy, no puedo evitar sentir el peso de la Historia que nos rodea y que nos recuerda las tradiciones parlamentarias vitales a las que los miembros de ambas cámaras se dedican con tanto compromiso", afirmó ante representantes de la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores.
El rey Carlos III prometió seguir el ejemplo de “abnegación desinteresada” de su fallecida madre.
El príncipe Enrique, nieto de la reina Isabel II, había elogiado antes a la monarca como una “brújula guía” y ensalzó su “inquebrantable gracia y dignidad”.
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Cientos de legisladores llenaron la Gran Sala de Westminster, un recinto de mil años de historia, en el Parlamento para un elaborado acto en el que el Parlamento ofreció sus condolencias al rey y el monarca respondió.
Una fanfarria de trompetas sonó a la llegada del rey y su esposa Camila, la reina consorte, a la sala abarrotada.
Carlos dijo a los miembros de la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores que seguiría el ejemplo de su madre, la fallecida Isabel II, al mantener “los preciosos principios de gobernanza constitucional” que sustentan el sistema político británico.
Rindió homenaje a su madre, y dijo: “Como dijo Shakespeare de la anterior reina Isabel, era un modelo para todos los príncipes vivos”.
El magnífico salón es la parte más antigua del recinto parlamentario, un resto del palacio medieval de Westminster que se alzaba en el lugar.
La ceremonia se celebró allí porque no se permite la entrada de los monarcas a la Cámara de los Comunes. Esa norma se remonta al siglo XVII, cuando el rey Carlos I intentó entrar y arrestar a legisladores. Esa confrontación entre el Parlamento y la corona llevó a una guerra civil que terminó con la decapitación del rey en 1649.
Carlos III recibe a representantes de la Commonwealth
Carlos III, jefe de Estado de 14 países además de Reino Unido, recibió el domingo en el palacio de Buckingham, en Londres, a representantes de los reinos de la Commonwealth, cuando aparecen aspiraciones republicanas en algunas excolonias británicas.
La Commonwealth está compuesta por 56 Estados, en su mayoría ex colonias británicas, entre ellas 15 reinos (que incluyen al Reino Unido, Australia, las Bahamas, Canadá, Nueva Zélanda o Jamaica), en la que el monarca también es jefe de Estado.
Durante su tercer día como rey, Carlos III, jefe de la Commonwealth, recibió a la secretaria general de la organización, Patricia Scotland, y a los altos comisarios del Reino Unido, una especie de embajadores provenientes de diferentes reinos.
Todos los países de la Commonwealth proclamaron a Carlos como su nuevo rey tras la muerte de la reina Isabel II, pero más allá de la emoción provocada por el deceso de la monarca entre los 2 mil 500 millones de habitantes de esos 56 Estados, algunos se interrogan sobre la capacidad de Carlos para inspirar la misma lealtad y fidelidad que su madre.
Como la isla caribeña de Barbados, que se convirtió el año pasado en República, 55 años después de haberse independizado del Reino Unido, otros contemplan seguir el ejemplo.
Una importante proporción de australianos espera que su país se convierta en República, inclusive el primer ministro, Anthony Albanese, quien sin embargo no se plantea convocar un referéndum durante su primer mandato, según dijo durante una entrevista a la cadena Sky News.
En Canadá, los republicanos siguen siendo minoritarios, pero una encuesta publicada el pasado abril mostraba que un 67% de la población no era favorable a que Carlos sucediera a su madre.
Y poco después de que Carlos fuese confirmado rey de Antigua y Barbuda, el primer ministro de ese pequeño estado antillano, Gaston Brown, expresó su intención de organizar un referéndum "en los próximos tres años".
"No es un acto hostil" hacia la monarquía, "sino la última etapa para terminar nuestro camino hacia la independencia", aseguró a la cadena de televisión británica ITV.
Durante el viaje oficial del príncipe Guillermo y de su esposa Catalina a Jamaica en la pasada primavera, cuando la pareja enfrentó críticas sobre el pasado esclavista del Reino Unido, el primer ministro, Andrew Holness, consideró "inevitable" la transición de su país hacia un régimen republicano.
grb