Santa Claus llegó al Mar Muerto este domingo, a pocos días del inicio la temporada navideña, para llevar alegría y entusiasmo en medio de la pandemia de covid- 19.
El viaje desde el Polo Norte fue patrocinado por el Ministerio de Turismo de Israel, como parte de una campaña en la que se busca que los peregrinos del mundo visiten la Tierra Santa, destino que se ha visto afectada por la crisis sanitaria.
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En medio del icónico lago salado, donde animales y plantas no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir y localizado en el punto más bajo de la tierra, el hombre alegre vestido de rojo y famosa barba blanca, instaló un árbol navideño y se dispuso a nadar.
A unos cientos de metros de la costa, desplegó un camastro en una zona en la que la sal se ha acumulado en forma de hongo enorme, lo que le permitió pararse en medio del lago, que de otro modo sería mucho más profundo.
Junto al pino, posó para las cámaras y luego disfrutó un rato flotanto en las turísticas aguas salinas del Mar Muerto.
A pesar de espíritu festivo, el árbol no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir en las aguas saladas, por lo que Santa se lo llevó cuando regresó a la orilla.
Más allá del atractivo paisaje, el cristianismo tiene sus raíces en el Mar Muerto, cuyos alrededores abundan en restos de antiguas comunidades cristianas
BGHL