Un paisaje seco da la bienvenida a los visitantes que se sienten maravillados por el esfuerzo de Grupo México Real en el cuidado y la reproducción de abejas, insectos tan importantes para el desarrollo de la propia naturaleza, pero tan poco valorados últimamente.
Tierra y Amor es un desarrollo agro turístico y el lugar donde más de 12 hectáreas de lavanda, árboles fútales y camas de rosales le dan la mano a la naturaleza para que las abejas polinicen y lleven vida a este verdadero santuario, donde la producción es mayoritariamente de miel de mezquite.
“Es un lugar donde lo más importante es la polinización, pero lo segundo más importante es cuidar a las abejas”, aseguró Itsel Correa, quien se encargó de ofrecer el tour por la propiedad y embajadora local.
“Tenemos muchísimos árboles de mezquite que tienen unas de las maderas más duras para trabajar, pero que también produce una flor que es de donde ellas toman el néctar que produce la miel”.
El amplio espacio natural, donde se pueden encontrar centenares de piedras de cuarzo rosa, ha sido afectado por la sequía, no solo de esta zona del semidesierto mexicano, sino a todo Guanajuato.
“Llovió muy poquito el martes y eso nos afecta mucho, por ello lo seco que se alcanzan a ver algunas partes”, afirma nuestra guía.
Sin embargo, las abejas tienen su propio espacio y son cuidadas con ahínco por especialistas, quienes todas las semanas están atentos a que la producción de miel no descienda, y sobre todo a que la población de abejas continúe estable.
“Les damos toda la atención que necesiten, sin abejas no hay polinización, no hay vida de otras plantas, no se completa el círculo de la vida que encabezan estos animalitos”, precisa.
Museo de la miel
Ubicado a unos metros de donde se encuentran los apiarios y las colmenas se edificó uno de los recintos más importantes de Tierra y Amor, el Museo de la Miel, un pequeño pero muy interesante sitio, donde se aprende, más que la historia de este dulce fluido, el futuro que podríamos tener como humanidad si no cuidamos a las abejas, que desde las épocas egipcias eran valoradas por su trabajo metódico en la naturaleza.
“En el museo podemos encontrar qué se ha hecho bien, desde los primeros esfuerzos en diversos puntos de Guanajuato y otros estados del país, los trajes, las herramientas, las colmenas de maderas que tanto tiempo han sido la base para la producción de la miel. Sin embargo, lo que buscamos ahora es que la gente se concientice sobre el futuro, hoy que las abejas están en serios problemas con la transformación que tiene el planeta y su gente”, afirma Itsel.
Con la exhibición de los primeros trajes de apicultor, cajas vetustas de madera donde se llevaba la miel, un laboratorio donde se procesa actualmente y las ruedas de cosecha más antiguas del lugar, el Museo de la Miel es un sitio colorido, que también ha ocupado la tecnología para desarrollar un espacio de apoyo y difusión de estos insectos.
“Tenemos presentaciones en video de diversos cortos que se refieren al cuidado de las abejas. El grupo ha hecho muchos esfuerzos, por mantener este recinto como lo ven hoy, ha sido una labor titánica, y por lo mismo hemos ocupado otros elementos para preservarlo, como la ayuda de muchas personas y la tienda que tenemos afuera donde se pueden adquirir una serie de productos que se elaboran artesanalmente aquí mismo”, afirmó nuestra guía.
“Lo que buscamos es acercar a las nuevas generaciones a la naturaleza y al consumo responsable”, finalizó.
Tierra y Amor se especializa en la miel de Mezquite, que se logra mediante un proceso mono floral. Este producto refuerza el sistema inmunológico y es rico en zinc, potasio, boro, magnesio, manganeso, calcio, selenio, cobre y sodio.
Claves
- La miel es abundante en polen y se distingue por su textura a mantequilla.
- El recinto cuenta con sala de cerámica mayólica, un espacio para arte natural, un vivero y exposición de piedras minerales y corales.
- También cuentan con seis cabañas de descanso que se pueden rentar para convivir con la naturaleza.