La renovación interior del número 7 de la calle Lehárgasse, en Viena, Austria, se encuentra detrás de un edificio neoclásico del siglo XIX. Después de haber estado abandonado por varias décadas, la antigua oficina de telégrafos fue transformada en un edificio contemporáneo de oficinas.
Este ambicioso proyecto de renovación de un espacio de 6,500 m2 fue realizado por la firma BEHF ARCHITECTS, quienes estuvieron en cercana coordinación con la Autoridad Austriaca de Monumentos Federales.
BEHF Architects es una reconocida oficina en Viena que opera a nivel internacional, la cual busca mejorar el entorno construido mediante estrategias de diseño innovadoras, energéticamente eficientes, y efectivas en términos de soluciones de costos, por medio de un planteamiento arquitectónico diseñado específicamente para los recursos del sitio y con base en los usuarios.
En la propuesta arquitectónica, dos de las salas del edificio se convirtieron en el corazón del proyecto. El reto fue conectar ambas salas por medio de un espacio que albergara al nuevo corporativo de la agencia de bienes raíces JP Immobilien.
El concepto se basa en el planteamiento de dos cajas de cristal minimalistas en dos niveles, las cuales fungen como áreas de trabajo y aparentan estar totalmente separadas de la construcción antigua, la cual fue restaurada completamente de acuerdo a sus materiales y tonalidades originales. Vale la pena enfatizar que los detalles históricos se mantienen completamente visibles, acentuándolos siempre que es posible dentro de la intervención de diseño.
Dentro de las dos cajas de cristal, se ubicaron espacios de trabajo y salas de conferencias. En apariencia, ambas cajas son espacios multiusos que pueden ser utilizados como áreas de trabajo con una conexión directa hacia las áreas de servicio.
Como detalle interesante, la intención arquitectónica fue que los volúmenes se percibieran ligeros, casi como si flotaran, por lo que los arquitectos seleccionaron un piso continuo junto con paneles de vidrio con un ligero acabado espejo. Además, por medio de una técnica de impresión digital, se añadió una capa de esmerilado a los paneles, acentuando el patrón en la parte superior que ocultan los elementos constructivos.
Un lugar funcional
se diseñaron y construyeron algunas escaleras de caracol recubiertas de madera con barandal curvo de cristal, como circulaciones verticales rápidas entre los dos niveles intervenidos.
El diseño minimalista y elegante es un motivo recurrente a través de los diferentes ámbitos del proyecto. Por ejemplo, el muro del elevador que lleva a las oficinas está recubierto de latón, mientras que para el piso se instaló un acabado de terrazzo.
Además, algunos detalles de latón pulido se colocaron como remate en los plafones de los balcones hacia el atrio central, con la intención que la vegetación en la planta baja se reflejara sobre esas superficies. La paleta de colores se basa en tonos de maderas, blancos y negros, estableciendo una gama cromática muy neutral que se contrasta por medio del uso del latón dorado.
En cuanto a materiales, la selección sigue el mismo camino al utilizar principalmente madera, vidrio y pintura blanca para los muros, mientras que se empleó duela de madera y terrazzo para los pisos en general. Se trata de un concepto integral donde el pasado se une al presente y reúnen dos lenguajes opuestos de manera armónica al tomar la dirección de la acentuación y el respeto, en lugar de caer en la mimetización.
Tanto el concepto de diseño como el de iluminación están en la misma sintonía, siguiendo el principio de enfatizar los detalles históricos de manera precisa, imprimiéndole al espacio un efecto funcional de atmósfera elegante. Recurrentemente, la idea más básica es desvanecer la concepción dualista de lo uno o lo otro, eliminando las barreras y las diferencias para dar paso a una nueva etapa.