Seas o no apasionado del fútbol americano, vivir un juego de la National Football League (NFL) en un estadio resulta una experiencia de viaje completa. Y para hacerlo, puedes visitar la ciudad de Dallas, que alberga una de las franquicias más reconocidas del mundo: los legendarios Vaqueros.
En una temporada anual, una ciudad como Dallas alberga, en promedio, solo ocho juegos, por lo que no resulta un deporte con tantas oportunidades para poder presenciarlo.
El estadio y el juego
Uno de los estadios más modernos en Estados Unidos es el AT&T Stadium, que se inauguró en 2009. Este tiene capacidad para 105,000 espectadores, y su estructura permite disfrutar del juego con toda comodidad desde las lujosas suites (palcos), hasta los asientos de las tribunas superiores.
Las pantallas gigantes que cuelgan del techo –plegable, por cierto– son de última generación y permiten ver con detalle cada jugada, independientemente, del lugar donde te encuentres sentado.
Cuando vayas a adquirir tus boletos, revisa todas las experiencias que puedes tener en el estadio, pues puedes adquirir entradas que incluyen la permanencia en el terreno antes o después del juego; visitar los túneles por donde salen los jugadores al campo (que tienen cómodos lounges con todos los servicios); dar un recorrido antes o después del juego por los vestidores y las zonas de paso exclusivo de los jugadores; estar en los entrepisos habilitados como bares con vista al campo, alquilar una suite (palco) con todas las comodidades, bebidas y comida o, simplemente, ir a la tribuna y disfrutar del juego con un refresco o una cerveza.
Incluso, quien no consigue un boleto para entrar, puede pasarla fenomenal en las zonas aledañas, ya que los estacionamientos del estadio se convierten en una verbena, pues decenas de motorhomes llegan, se instalan para preparar la tradicional carne asada, y ofrecer cervezas y vino para ver el juego en grandes pantallas. Si llegas con una botella de vino o una bolsa de cervezas, puede hacerte partícipe de la fiesta.
Más allá del estadio
Muchas cosas se han renovado en esta ciudad; sus espacios públicos, museos, calles y parques, ahora son mucho más incluyentes y se preocupan por el medio ambiente.
La Feria de Texas, que se lleva a cabo en octubre, es una muestra de la identidad del viejo oeste; vale la pena visitarla y sentirse tejano por unas horas, ya sea comiendo el tradicional BBQ o aplaudiendo en las carreras de cerdos.
El distrito de los museos alberga interesantes exposiciones, particularmente el Museo de Arte de Dallas –de acceso gratuito–, y es uno de los que tiene las mejores colecciones del estado, desde piezas cubistas hasta impresionistas, ya sea en pinturas o esculturas. También tiene talleres en los que se encausan a los nuevos talentos.
El Museo de Arte Oriental es otra muestra cultural,al igual que la Casa de la Ópera y el Museo de Historia Natural. Puedes pasar todo un día entre los grandes parques y museos de esta ciudad.
Hay una zona hipster muy cercana al centro, llamada Bishop Arts. Ahí además de muy buenos restaurantes, se encuentran tiendas de artistas locales, en los que se venden desde obras de arte hasta jabones artesanales, todo hecho por la comunidad.
Para los amantes de la historia, el Museo del Sexto Piso es una visita obligada. Este museo se instaló en el lugar desde donde le dispararon al presidente Kennedy. A lo largo del recorrido, se explica el contexto histórico y político, así como las investigaciones y teorías conspiratorias al respecto. También se rinde culto histórico a John F. Kennedy.
La gastronomía de oeste
En Dallas hay decenas de restaurantes con todo tipo de oferta culinaria, desde la tradicional carne texana hasta fusiones internacionales de muy alto nivel, pasando por la comida callejera en los food trucks y, por supuesto, el creciente número de cervecerías artesanales en la zona metropolitana.
Hay un lugar en particular que llamará tu atención: el restaurante Purépecha. Es raro que un mexicano viaje a Dallas en busca de cocina mexicana, pero este lugar vale la pena, el cocinero Regino Rojas, quien llegó como indocumentado hace más de dos décadas a Chicago, hoy presenta comida tradicional mexicana como en pocos lugares se puede encontrar.
¿Cómo llegar?
La conectividad entre la Ciudad de México y Dallas es formidable. La aerolínea más grande del mundo, American Airlines, tiene varios vuelos diarios al aeropuerto de Dallas-Fort Worth (DFW) y cubre 22 ciudades en México, además de la capital. Su flota se ha modernizado y los servicios son cada vez mejores; esto, aunado a la infraestructura aeroportuaria de DFW, hacen esta parte del viaje una experiencia muy agradable.
Para vivir una experiencia NFL, lo más recomendable es comprar un paquete a través de alguna agencia de viajes, con un operador mayorista. Una de las empresas más experimentadas es Sierra Madre, que diseña paquetes a la medida del viajero.
El Dato.En Dallas
es recomendable pagar con tarjetas de crédito o débito y no llevar mucho efectivo