Para Blanca Hernández Rojas, presidenta magistrada del Tribunal Electoral de Tamaulipas (Trieltam) las mujeres más que belleza, más que una cara o un cuerpo bonito son mente y corazón y afirma que entre ellas se deben apoyar.
Comenta que sufrió violencia psicológica pero puso un alto, como muchas, dijo, deben ponerlo; además está a favor de castigo ejemplar para quienes atenten contra el sector femenino, pero debe ser parejo tanto para hombres y mujeres.
“Una mujer no es una cara bonita ni un cuerpo, somos más que belleza, más que un cuerpo, somos mente y corazón y en mi caso soy una mujer sumamente apasionada en lo que hago”, aseveró.
Con semblante serio, un constante movimiento de manos y en ocasiones con una sonrisa a flor de piel que contagia, habla de su entorno de género en un espacio donde prevalece el machismo, comenzando por el trabajo y preparación que implicó llegar al Tribunal.
“Mi cargo fue ganado a pulso en varias etapas y avalado por el Senado de la República, nadie me lo regaló, el cargo fue producto de mi preparación constante”.
Su trabajo es con mujeres y hombres, más con hombres magistrados, secretarios y demás y cada quien tiene su forma de pensar.
“Tratamos de que la opinión del hombre cuente y también la mía, no salir confrontados, hay que utilizar la diplomacia y reconocer la trayectoria de los demás y claro buscar llegar al mismo objetivo, en ocasiones puede que no sea sencillo pero no es imposible”.
Señaló que como mujeres siempre deben darse la mano y no tener diferencias por pequeñeces. Por ejemplo, en una ocasión en el Congreso de Tamaulipas una diputada y ella traían el mismo vestido y ambas lo tomaron con buen humor.
“La diputada me llamó y me dice oye piiii... porque ella era así y me dice: ¿por qué fregados andas con el mismo vestido que yo aquí en el pleno? y le dije cínicamente, estoy para las ofertas y los descuentos, usted mi querida legisladora no, yo no me voy a ir a cambiar y eso motivó la risa de ella, me abrazó y me dijo vente vamos a andar en el pleno y tan tan”.
Y agregó “qué chula se veía mi compañera, pero yo también tengo lo mío. Somos mujeres y nos debemos de dar siempre la mano, no es posible que a estas alturas si estoy bien, otra mujer me ponga piedras en el camino, no lo veo lógico”.
De la violencia contra la mujer dijo que hay que ver más allá, el porqué muchas mujeres callan y permiten o siguen permitiendo la violencia.
“Yo Blanca viví violencia psicológica y yo puse un alto, por eso pregunto ¿qué estás haciendo tú? me molesta, me repudia que un hombre abuse de ellos (niños), no lo concibo, muchas personas me dicen exageras en la protección, pero en ocasiones proteges o quieres ayudar y no hay una respuesta de la otra parte, eso no puede ser. Por eso considero que la mujer debe de hablar y de actuar, siempre con los hechos decimos lo que queremos”.
- Te recomendamos Josefa Arias: "Mucha gente me lo ha dicho, tú eres mi inspiración" Estilo
También abordó el castigo para hombres y mujeres que atenten contra las mujeres. “Porque también las hay y nada justifica sus acciones, como en el caso de la niña Fátima que la mujer le llevó el “regalito” que deseaba el hombre, porque si no lo agarraba contra las hijas de ella, pudo denunciar y actuar y no lo hizo. Por eso considero que debe haber un castigo, sería muy extrema, me iría por una castración química o el ojo por ojo, pero no solo para el hombre sino también para la mujer”.
Sobre el movimiento un día sin mujeres, dijo es la oportunidad de alzar la voz. “Tal vez si nos hacemos invisibles nos hacemos visibles, es una cuestión de valor, cuando estamos callando también estamos gritando, ya basta de la violencia y creo que ninguna mujer debe de permitir que se le violente en ningún momento y tampoco los hombres, no se debe ver ninguna violencia como algo normal, no podemos vivir laceradas”, concluyó la presidenta del Trieltam.
GINS