Para la decimosexta Copa Mundial de la FIFA, Francia volvió a albergar la fiesta futbolística más importante, tras 60 años de ausencia (Francia 1938). El país galo se unió a México (1970 y 1986) y a Italia (1934 y 1990) como los únicos países en celebrar la justa dos veces.
A diferencia del Mundial de 1938, el del 98 fue especial para Les Bleus, que se encomendaron en su generación dorada y, de la mano de Zinedine Zidane como su principal figura, derrotaron por 3-0 a Brasil, que contaba con figuras como Taffarel, Cafú, Roberto Carlos, Ronaldo, Dunga, Rivaldo y Bebeto.
Francia fue contundente gracias a Zizou (autor de dos goles) y un equipo de figuras que hoy son personajes obligados de conocer para todos los amantes del balompié: Thierry Henry (líder de goles por Francia con tres goles), Patrick Vieira, Didier Deschamps (actual seleccionador de Francia y capitán en ese entonces) y David Trezeguet, todos dirigidos por Aimé Jacquet.
El triunfo lo consiguieron gracias a los goles de Zidane (minutos 27 y 45+1) y el de Emmanuel Petit (90+3) que redondearon una jornada histórica en el Stade de France, el inmueble que fue inaugurado meses antes precisamente para la Copa del Mundo. Sin saberlo, ese escenario también fue el máximo de la fiesta francesa.
La polémica con Ronaldo
Principal referente de Brasil, Ronaldo Nazário de Lima sufrió una serie de convulsiones en el hotel de concentración, a horas de celebrar la final. Aunque estuvo en riesgo de no jugar aquel partido, finalmente estuvo en la alineación titular… aunque poco pudo hacer para darle pelea a Les Bleus.
Uno de los momentos más criticados de la final sucedió cuando Ronaldo chocó con el portero Fabien Barthez mientras buscaban un balón al aire, pero el árbitro marroquí Said Belqola no marcó ninguna falta para el brasileño, dejando continuar las acciones.
Los datos históricos
Se celebró entre el 10 de junio y el 12 de julio de 1998 y destacó como la primera en contar con 32 participantes, tal y como la conocemos hoy y que tendrá en Qatar 2022 su último formato idéntico, con ocho grupos con clasificación a octavos de final para los dos primeros sembrados de cada pelotón, con un sistema de eliminación directa de cara a la final.
Durante esta Copa del Mundo se presentaron 21 tarjetas rojas, lo que supuso un récord en la historia de esta competencia hasta Alemania 2006, en la que fueron 28 cartones rojos los que los árbitros enseñaron a los jugadores. Los 171 goles anotados representan la mayor cantidad en la historia de un Mundial, igualados con los de Brasil 2014.
Croacia, que debutó tras la desintegración de Yugoslavia, fue la sorpresa del certamen, ya que logró el tercer puesto, una marca que superaron hasta Rusia 2018, cuando llegaron a la final.
DAO