El pasado domingo 18 de diciembre, se disputó la final del Mundial de Qatar 2022 entre Argentina y Francia, donde la Albiceleste se quedó con el triunfo, sin embargo la escuadra gala se quedó cerca de lograr la hazaña de la remontada.
En este intenso duelo, donde Francia empató el marcador en dos ocasiones, hubo un jugador que acaparó todos los reflectores, el joven delantero del PSG Kylian Mbappé.
Cuando el marcador se encontraba 2-0 a favor de Argentina prácticamente en la recta final del encuentro, apareció Kylian Mbappé para empatar el marcador en menos de diez minutos y llevarlo a los tiempos extra, donde Lionel Messi nuevamente descontó y Kiki, 'in extremis', emparejó de nueva cuenta.
Sin embargo, comenzó a circular un video en redes sociales donde se muestra que Mbappé no solamente alentó a sus compañeros sobre el terreno de juego, sino también desde el vestidor, pues al medio tiempo les dio un enérgico discurso donde les pidió "intensidad" en un partido "único en la vida".
"Es una final del Mundo eh, es un partido único en la vida. No se puede hacer peor de lo que lo hemos hecho. Vamos todos al campo, nos dejamos de tonterías, ponemos intensidad y hacemos las cosas diferentes, es una Copa del Mundo. Lo hecho hecho está, nos han metido dos goles, nos llevan dos goles de ventaja, podemos remontar. Eso solo pasa cuatro años", se le escucha decir a Mbappé notoriamente molesto.
Por su parte, el estratega Didier Deschamps lo apoyó y también manifestó su molestia en busca de motivar a sus jugadores a hacer las cosas diferentes en el segundo tiempo.
"¿Saben cuál es la diferencia? Que ellos, los rivales están jugando una pu** final del Mundo y nosotros no", dijo Deschamps.
Kylian Mbappé guió a su equipo para llevar el encuentro hasta la ronda de los penales, sin embargo fue Argentina quien se impuso desde los once pasos y se quedó con el título del Mundo.
No obstante, Kiki se quedó con el título de goleo tras firmar ocho dianas en la Copa del Mundo, además de la estafeta que dejarían bacante personajes como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
FCM